_
_
_
_
_
Crítica:'BRIGADA CENTRAL'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Policías de cartón

Imañol Arias se parece a un policía tanto como un huevo a una castaña. Y lo mismo se puede decir de sus compañeros de la serie Brigada Central, de la que ya han sido emitidos dos capítulos. Los personajes no son de carne y hueso, sino de cartón piedra: son planos, vocingleros y sin el menor rasgo humano. ¿Quién les habrá dicho que un policía de verdad es un tipo que grita constantemente? Pues en la serie dirigida por Pedro Masó se pasan el tiempo malhumorados, como si jamás tuvieran un rato para amar, para reír o para llorar.El guionista de la serie, el periodista Juan Madrid, sabe bastante de policías y ladrones por ser un veterano en el oficio. Ahí están sus novelas negras para demostrarlo. Pero en Brigada Central parece haber olvidado parte de sus conocimientos Porque reesulta increíble escuchar a Imanol Arias (el inspector Flores) decir por la radio del helicóptero: "El soplo que nos han dado sobre este alijo es un camelo" o "Águila 1 para Brigada Central. Pásame con Pereda". El policía que actuase así, de una forma tan torpe e indiscreta, merecería ser expulsado del cuerpo sin contemplaciones.

No menos falso y artificioso resulta un simple inspector Flores tratando a su comisario o al juez de guardia con una acritud e insubordinación cuando menos tragicómica. La prostituta que ofrece sus encantos al atractivo protagonista de la serie sin darse cuenta de que es un poficía debería dedicarse a otra profesión donde necesite menos olfato. Claro que ya es bastante retorcido hacer que el madero (policía) sea un gitano. ¿Era necesario este detalle? Como posible, es posible que haya un agente gitano. Nada lo impide, sino todo lo contrario. Es más, en Madrid hay un policía nacional de origen guineano y de piel negra. Pero no me negarán que sería bastante chusco tomarle como elemento representativo de la corporación. Y no es cuestión de racismo.

La Dirección General de Policía dio a Imanol meses atrás una especie de cursillo de formación acelerada: paseó por las diversas brigadas, habló con los policías que quiso y hasta pegó tiros con la pistola. Pero el actor vasco no aprendió bien las lecciones, o al menos no lo ha demostrado en los capítulos que han sido emitidos hasta el momento por TVE. La bella y sensual Isabel Serrano hace un papel ligeramente más creíble, quizá porque deja traslucir -aunque un poco burdamente- que está enamorada de su jefe, el inspector Flores.

En el aspecto estrictamente cinematográfico, Brigada Central tampoco cuaja. El movimiento de cámaras y los mismos escenarios dejan que desear. Brigada Central no engancha al espectador porque tiene un tono caricaturesco, una trama argumental simplista y ni siquiera muestra con acierto los paisajes sórdidos donde ocurre la acción. Ojalá mejore en los próximos capítulos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_