Nada es lo que parece ser
El influjo de Wall Street está alcanzando unos; niveles preocupantes en los mercados de valores españoles, hasta el punto de que una sesión mediocre como la de ayer pudo terminar con una subida gracias a la apertura positiva de aquella bolsa. Los valores del mercado continuo se vieron obligados a rectificar sobre la marcha una jornada de claro signo vendedor, logrando con su esfuerzo que el índice, que a mediodía perdía 61 centésimas, concluyera la sesión subiendo 30. Atrás quedaron los temores de la mañana y el mal ambiente de un mercado que veía peligrar el estrátegido nivel del 300% ya en esta misma sesión.
Lo más destacado de la mañana fue la actuación del sector bancario, con una serie de recortes que confirman que la cosa no estaba para bromas. Lo peor de todo fue que algunos operadores echaron en falta en los saldos de la caja algunas partidas de las que habían puesto a la venta, con lo que se vuelve a plantear la necesidad de cambiar este sistema o, cuando menos, de controlar las aplicaciones. El volumen negociado se mantuvo en la misma línea que el día anterior, aunque a partir de la apertura de Wall Street la contratación se animó un poco. Con estas expectativas hay que esperar para esta mañana un ambiente mejor en las bolsas españolas, a pesar de que la propia situación económica esté imponiendo prudencia.
Las posiciones al cierre cambiaron de: la mañana a la tarde, pasando de una presión clara del papel a la toma de posiciones en aquellos valores cuyo precio permite algún tipo de riesgo.
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