La Prensa italiana se ensaña con la dureza madridista

La prensa italiana, que informó del partido Madrid-Milán con numerosos enviados especiales, se ensañó ayer con el equipo madridista. Para la prensa italiana, el Madrid utilizó excesivamente el recurso de la violencia en el juego, y dio una imagen vergonzosa, muy distinta de la que acostumbraba a pasear por lós campos de Europa.El diario romano La Repubblica abre sus páginas deportivas así: "Este Real era sólo malvado", y en su crónica señala: "Los blancos dieron una áspera batalla, pegaron y cornearon hasta encarroñarse muy desagradablemente".

El diario deportivo milanés La Gazzeta dello Sport titula en portada: "Todavía Milán. En Madrid resiste la violencia del Real". Este rotativo recoge en portada un comentario titulado: "Milán, la fuerza de los nervios. Pero qué tristeza el Real", en el que afirma, entre otras cosas, que "es difícil controlar los nervios delante de una banda de satánicos que buscan sólo la pelea. No pudiendo, evidentemente, competir en el plano técnico".

Comportamiento

Añade que "la inútil victoria" del Real Madrid quedó "manchada por un comportamiento que ciertamente no está a la altura de las gloriosas tradiciones de un equipo admirado en el mundo entero". Señala, asimismo, que un " vergonzoso Real, habría que decir, pero también un sentimiento de melancolía por aquello en lo que puede transformarse un gran equipo cuando renuncia a hacer prevalecer sus cualidades técnicas para caer en la violencia más vulgar".

Corriere della Sera, de Milán, titula: "Una tranquila noche de Milán. El gol de Butragueño, cuando el primer tiempo ya había terminado, único sobresalto. El Real Madrid ha confirmado no ser ya un grandísimo equipo".

"No tiene alma"

Il Messaggero, de Roma, destaca: "El Milán no pierde la cabeza, Van Basten, martirizado por los defensores". En su crónica afirma que el Madrid "gana en el pasado y pierde en el presente, al margen de cualquier resultado. El Real de Toshack, y antes de Beenhakker, no tiene juego y no tiene alma. Tiene sólo un mito en el que se refugia".

"La camiseta blanca", añade, "es cosa del pasado. Fruto de un fútbol épico, pero la épica de Puskas y Di Stéfano, y también la de Camacho y Santillana, era fútbol incandescente de genio. Mientras la épica de Michel y Hugo Sánchez es pura alforja. Tumulto de mercados árabes, con trucos y malos olores incluidos".

Afirma también que "los del Real no tienen juego ni presente, pero, como histéricos, no quieren ver que su casa arde. Que en su plato sólo quedan restos: se tapan los ojos y siguen viviendo como si fueran huéspedes del Paraíso".