El resto es silencio

Éste fue el septenio en que Juan Benet llegó a la lista de éxitos. También fue el tiempo de la consolidación del esplendor de Torrente y de Delibes; Cela adelgazó y- volvió de Arizona con un nuevo libro juvenil; Mendoza se convirtió en un best seller internacional y compartió con Javier Marías y el matrimonio González, Carmen y Felipe, los honores del Apostrophes francés del legendario Pivot; Vázquez Montalbán apareció en los suplementos literarios europeos como una revelación de recambio; Azúa convirtió al idiota en una de las bellas artes; Savater y Trías, y Lledó y Aranguren publicaron reflexiones desencantadas sobre este viejo carnaval, y, en fin, hasta Sastre regresó del frío a los escenarios para desmentir el prejuicio de que no llena. Fue un septenio literario, pero a los que hicieron el vídeo cultural del PSOE se les olvidó el detalle: entre sus 44 personajes de la farándula y el deporte sólo aparece un literato, Alberti, acaso porque él mismo es un espectáculo superviviente, y esta vez el partido gobernante ha apostado tan sólo por el espectáculo para convencerse a sí mismo de que este país se mueve.Quizá lo ha hecho porque, como pasa con el fútbol -en el dichoso vídeo no hay un sólo futbolista ¿qué dirían los azulgranas si 'sale Butragueño, o qué replicaría un madridista si aparece Salinas?; ¿qué dirían los aficionados de Benet si aparece Azúa?- ésta es una vieja tierra de capillas y los aficionados tienen muy enconadas sus preferencias. El PSOE ha querido hacer un barrido amable y ha preferido lo que tiene una recepción unánime. Porque fue también el septenio en que Mariano Barbacid explicó el origen de nuestro propio mal y en este vídeo no aparece científico alguno saludando de cerca al presidente. Así que parece que el PSOE se ha decidido por el espectáculo y por la bulla y ha dictaminado, cámara en ristre, que el resto es silencio.