Un buen par de películas

Rodada en 1944, Objetivo Binnania -las hazañas de un grupo de soldados norteamericanos internándose en la selva birmana para destruir un rádar enemigo- aparece históricamente como un filme de propaganda y exaltación. Hoy lo emite Televisión Española en su polémica serie de películas coloreadas, y en este sentido se añade a su valor intrínseco el aire de la polémica.Artísticamente, y en ese aspecto progresa continuamente a medida que pasan los años, Objetivo Birmania es un inmaculado ejemplo de narración cinematográfica, de dinamismo, emoción y elegancia visual. Por algo su autor, Raoul Walsh, es uno de los más indiscutibles maestros del cine de acción, capaz de franquear los tópicos mediante la concisión; no hay retóricas en los personajes, que, sin dejar de ser lineales y estereotipados, poseen un acertado laconismo. El filme aguanta férreamente las dos horas y cuarto de imágenes bélicas, lo que sería dificilmente soportable en manos de otro director. Por si esto no fuera suficiente, Walsh desbroza la jungla para hallar la dimensión trágica del ser humano. Objetivo Birmania es épica cinematográfica, pero su sustrato deja un desasosegador sabor.

Fotografía

Este sabor es susceptible de desaparecer esta noche sí entendemos, y así lo entendemos, que su fotografía carga dramáticamente los hechos y a los personajes que los viven; no podemos aventurar qué sucederá con esa fotografía coloreada, pero sin duda, los efectos no pueden ser ya los mismos. Cine igualmente en su más puro estado es Rey de reyes, filme mudo de 1927 y uno de los trítinfos en el género bíblico de su máxima autoridad, Cecil B. de Mille. Cartón piedra, masas en movimiento y cuadros con poco movimiento, con actores como estatuas, constituyen el credo de su autor, quien, antes que el didactismo, hace prevalecer el espectáculo. Espectáculo entendido en una de sus formas convincentes, hoy en absoluto obsoleta, pese a su práctica ausencia.

Objetivo Birmania se emite a las 22.20 por TVE-1, y Rey de Reyes, a las 2.00 por TVE-1.