Un fallo en el cambio de agujas y la no detención en una señal, causas oficiales del accidente del Talgo

Las conclusiones del informe oficial provisional elaborado por la inspección general de Renfe sobre el accidente de un Talgo el miércoles en Arévalo (Ávila), donde murieron cinco personas, atribuyen el siniestro a "la inadecuada posición del cambio de agujas" y a que el tren no se detuvo, "por causas aún no determinadas, en la señal de entrada a Arévalo". El Talgo Madrid-Gijón, en el que viajaban 118 personas, debía entrar por la vía número 1, pero al no haberse efectuado el cambio de agujas necesario entró por la número 3 y se estrelló a 110 kilómetros por hora contra un mercancías.

La inspección general de Renfe terminó de elaborar en la tarde de ayer el informe con las primeras conclusiones sobre el suceso. El texto señala que "las agujas de entrada no estaban colocadas en la posición correcta" por lo que el Talgo se encaminó a la vía 3, en la que estaba el mercancías, en lugar de proseguir su trayectoria por la número 1 "como hubiera sido lo correcto".

El informe agrega que "previamente el Talgo había recibido autorización radiofónica para proseguir su itinerario. Esta orden presupone la detención del tren a la entrada de la estación para reanudar después su marcha".

Según fuentes de Renfe, las instalaciones automáticas de seguridad de Arévalo estaban fuera de servicio y los semáforos apagados por una reparación en la línea de alimentación programada previamente. Siempre según las fuentes informantes, desde la estación se autorizó al Talgo a rebasar el semáforo apagado sin comprobar como es preceptivo la posición de las agujas. Estas fuentes añaden que el Talgo no circulaba con sistema de bloqueo automático.

Los cinco muertos en el siniestro quedaron plenamente identificados ayer: se trata del maquinista del Talgo, Francisco Vela Montealegre; la ciudadana china Cristina Fu Koumei; Aurora Sonsoles Vega Puebla, una mujer de avanzada edad; José Luis Fernández Ruiz y Ana Isabel Cardín Álvarez, ambos jóvenes de unos 25 o 30 años. Siete de los 44 heridos continuaban ayer ingresados en estado grave en el hospital de la Seguridad Social de Ávila. El Rey y el presidente del Gobierno, Felipe González, enviaron ayer sendos telegramas al Gobierno Civil de Ávila para transmitir su condolencia a los familiares de las víctimas.