_
_
_
_

La federación internacional anula los récords de Ben Johnson en una votación confusa

Santiago Segurola

La Federación Internacional de Atletismo (IAAF) anuló ayer, en su asamblea reunida en Barcelona, el récord mundial de 100 metros logrado por el canadiense Ben Johnson en 1987, en los Campeonatos de¡ Mundo de Roma. A efectos administrativos, Johnson perderá su marca el 1 de enero de 1990, fecha elegida para la publicación de la tabla de récords mundiales. Carl Lewis, con 9.92, pasará entonces a ser el nuevo plusmarquista. La decisión fue tomada en un momento de extraordinaria confusión, propiciada por el presidente de la IAAF, Primo Nebiolo, que buscaba la unanimidad.

La sanción a Ben Johnson forma parte de un bloque de decisiones de la IAAF en su lucha contra el doping. En una de las 12 propuestas aprobadas se indica que será anulado todo récord del mundo, nacional o continental establecido por un atleta que haya admitido el uso de drogas en su preparación en los últimos seis años. Este punto estaba destinado a Ben Johnson, que ha reconocido que tomaba drogas desde 1981.Johnson es el único atleta que pierde sus récords mundiales. El velocista de origen jamaicano también poseía la mejor marca mundial de 60 metros en pista cubierta, con 6.41, un registro que será anulado igualmente. Además, se verá privado de su medalla de bronce en los Juegos de 1984. Angela Isajenko, que posee las marcas canadiense de 100 y 200 metros, también será sancionada. Isajenko ha confesado que había tomado sustancias prohibidas en los últimos años.

La sombra de Johnson planeó durante toda la reunión del máximo organismo del atletismo mundial. Sin embargo, las referencias al canadiense fueron muy escasas. Sólo horas después de comenzar la asamblea, el delegado de Jamaica, Herb McKinley, citó a Johnson como objeto final de las modificaciones introducidas en el reglamento contra la droga en el atletismo. Nebiolo y sus afines evitaron en todo momento las referencias a Johnson.

El interés de Nebiolo en la aprobación de las nuevas medidas originó momentos de confusión y sorpresa. La intervención de Artur Takac, representante de Europa en la Comisión Ejecutiva de la IAAF, levantó las cejas de los presentes. Takac dijo el pasado domingo en Puerto Rico que está en contra de la anulación del récord de Johnson. Sin embargo, en la asamblea se descolgó con una declaración de absoluto apoyo a Nebiolo y a la actuación de su presidente.

Propuestas sin votación

El repliegue de Takac: daba a entender que Nebiolo no quería una voz disonante en la asamblea. Los escasos delegados que pusieron en duda la validez ética y jurídica de la propuesta de retroactividad fueron sepultados por un aluvión de intervenciones favorables a la presidencia de la IAAF. Ninguna de las propuestas de los contestarios fue sometida a votación. Argumentaban éstos que en Roma ningún control detectó la presencia de sustancias prohibidas en el cuerpo de Johnson. Otros delegados interpretaban la actuación de los dirigentes de la IAAF como una caza inmisericorde contra un hombre. Estas voces disonantes opinaban que la lucha contra la droga puede conducir a una política policial y cínica en el atletismo.

El representante de Jamaica llegó a pedir que los controles fueran efectuados por un organismo independiente de la IAAF. Nebiolo, que permitió una profusión de generalidades hasta que algunos presentes se vieron acuciados por el hambre, cerró la reunión con una petición breve y vaga, saludada con un aplauso, momento que el presidente de la IAAF aprovechó para afirmar que consideraba que su propuesta había sido aprobada por aclamación.

La estupefacción alcanzó a todos los asistentes. Nadie sabía si aquel aplauso protocolario significaba la aprobación de un asunto tan grave. Tres horas después, la confusión llevó al delegado de Norteamérica y Centroamérica a pedir una votación de la asamblea.

La propuesta de Nebiolo fue aprobada entonces a mano alzada y sin recuento de votos.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_