El equipo vallecano agradó en su presentación
El Rayo Vallecano volvió ayer a jugar en su estadio como equipo de Primera División, y lo hizo al gusto de los aficionados que se desplazaron a animarle, que, por cierto, no superan en número a los que lo hacían en Segunda. El equipo de Felines jugó bien, divirtió y ganó, que es lo menos que se podía pedir de un encuentro de pretemporada. Pero, pero además ofreció mucha rapidez, un sistema de juego que parece claramente trazado y una notable conjunción entre quienes deben ponerlo en práctica. Quizá esto sea lo mejor del encuentro frente al Nacional de Montevideo.Felines ha retocado la defensa con las incursiones del central Vivanco y el lateral izquierdo Ibarrondo y apenas ha modificado el medio del campo, donde Argenta se ha hecho con un puesto por la izquierda y Rodri por la derecha, mientras Sánchez Candil queda en el centro, a la espera de encontrar un hueco para Quique Ramos, que se repone de una pequeña lesión. Lo más interesante viene a partir de ahí: Hugo Maradona, con una forma física inusualmente buena, Botella y el recién llegado Sabas. Éste último, un joven delantero fichado del Pegaso, amenaza con formar con Maradona lo que Menotti definió como una pequeña sociedad. Lo mejor del Rayo ayer nació en las botas del argentino, omnipresente, y terminó con remates de Sabas. Las aportaciones de Argenta y Rodri desde la media y la inspiración de Botella deben completar los recursos de un Rayo que, si afina en defensa y tiene suerte en los primeros partidos de Liga, puede dar que hablar durante el campeonato.
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