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En régimen de media pensión

El nivel de protección social en España está ocho puntos por debajo de la media europea

Los responsables del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social han anunciado que el actual sistema de Seguridad Social se va a modificar a corto plazo, fundamentalmente por lo que respecta a las pensiones. La universalización de la asistencia sanitaria, el proyecto de ley sobre pensiones no contributivas, la unificación de los sistemas de pensiones dentro de la Administración, la equiparación a medio plazo de las pensiones mínimas al salario mínimo interprofesional son proyectos que afectan tanto a la gestión como a la financiación de la protección social.

Junto a estos avances cualitativos, y por encima de la voluntad política, se encuentra una realidad ya denunciada por la propia Comunidad Europea: los niveles de protección en España se encuentran ocho puntos por debajo de la media comunitaria. Por otro lado, existe la frontera de 1992, momento en que se hará realidad la libre circulación de los trabajadores dentro del marco de la CETodo ello exige llegar a unos niveles de protección armonizados con Europa, al menos, a través de una carta de principios políticos (Carta Social). Este es precisamente uno de los puntos que con mayor interés retomará el Consejo de la CE el próximo otoño bajo la presidencia francesa.

De tal modo, se prevé que el número de ciudadanos que se beneficiarán de la Seguridad Social española aumentará de manera considerable en los próximos años, no tanto por razones de crecimiento vegetativo, sino por la universalización y mejora de las prestaciones sociales mínimas.

Crecimiento controlado

Según previsiones del Mínisterío de Trabajo y Seguridad Social, el crecimiento vegetativo de jubilados, inválidos y viudos/as se realizará hasta 1993 a un ritmo del 2% al año. La Administración asegura que no existe ningún problema para cubrir los gastos de este colectivo, ya que el crecimiento medio del producto interior bruto será hasta entonces del 4%, lo que ,les suficiente para mantener un ritmo de crecimiento de la ocupación que, como mínimo, permitirá mantener estabilizado en su nivel actual el ratio cotizantes / pensionistas".En realidad, lo que asegura la Administración es que los afiliados a la Seguridad Social cubrirán con sus cotizaciones todas las prestaciones contributivas. La clave se encuentra en cuánto deberá aumentar el gasto público en los próximos años para subvencionar prestaciones que ahora se cubren con las cotizaciones (parte de la asistencia médica y de los servicios sociales y el total de las prestaciones familiares). A ellas se unen las que percibirán los nuevos colectivos que se incorporarán a la protección social gracias al proyecto de ley sobre pensiones no cotributívas (en torno a 250.000 nuevos beneficiarios, según cálculos del propio Gobierno).

La Seguridad Social se gastó en total el año pasado 5,052 billones de pesetas; de ellos, 3,462 provenían de las cotizaciones, mientras que el resto se recabó por vía impositiva. Este año, el total presupuestado ascendía a 5,467 billones de pesetas, de los que 3,812 billones se obtendrán gracias a las cotizaciones de la población activa.

Según ha anunciado el propio secretario general para la Seguridad Social, Adolfo Jiménez, las prestaciones que en el futuro no sean contributivas se cubrirán con subvenciones del Estado. De hecho, el propio secretario de Planificación y Presupuestos, Antonio Zabalza, ha anunciado que el sistema de pensiones contributivas "debería ser financiado exclusivamente a través de cotizaciones y configurarse como un bloque independiente dentro de la Tesorería General de la Seguridad Social", frente a la caja única que ahora existe para las pensiones contributivas y las asistenciales.

Gracias a la actual fórmula, el año pasado se dedicaron 600.000 millones de pesetas (obtenidos por las cotizaciones de los trabajadores al régimen general de la Seguridad Social) a cubrir el déficit del régimen especial agrario. Ésta es una las constantes en las críticas sindicales, a la que se unen las serias deficiencias en la financiación del sistema por la negativa a establecer formas de cotización patronal más adecuada al carácter específico de cada empresa, los tímidos avances en las cotizaciones por salarios reales, por la persistencia de una gran deuda patronal...". Las críticas sindicales hacen referencia además a la "desregulación del mercado de trabajo y la implantación de la flexibi dad", que termina por afectai la financiación del sistema p blico de pensiones. En este se tido, basta recordar que ent las actuales ayudas que el Esi do proporciona a las empres para favorecer la contratacio se encuentran las bonificacion del Incm a la Seguridad Soci: que giraron en 1988 en torno los 40.000 millones de peset,A ellas se suman las reducci nes por formación profesion, por las que la Seguridad Soci dejó de recaudar el año pasado unos 72.000 millones de pesetas

Camibios en la gestión

Por otro lado, las transformaciones previstas cuentan con los Gobiernos autónomos para gestionar lo que se está denominando salario social. En el futuro, aquellos que no estén protegidos por los diferentes regímenes de la Seguridad Social por las prestaciones no contibutivas, estarán en manos de las comunidades autónomas pues entienden que las corporaciones locales conocen mejor las bolsas de marginación.Por lo que respecta a las prestaciones no contributivas el proyecto contempla que el Instituto de la Seguridad Social y los Gobiernos autónomos sean los que administren Ios 222.584 millones de pesetas qu se van a dedicar a este tipo de pensiones. Actualmente, la autonomías tienen transferida la gestión de los fondos de asistencia social, que en el futuro será una partida más de la prestaciones no contributivas.

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