De todos los colores

De todos los colores, de todo tipo y alcance son las películas que hoy emite televisión. Las dos mejores, Gypsy, la reina del vaudeville y Una señorita rebelde. La primera, circunscrita al ciclo sobre cine musical, es un filme de 1962 dirigido por un veterano Mervyn LeRoy y basado en una comedia musical que relataba la vida de Gypsy Rose Lee, una actriz célebre de variedades protagonista de sonados strip-teases, papel interpretado por una esforzada pero insuficiente Natalie Wood. Música, canciones y coreograflia cumplen sus funciones a la perfección, pero el tema necesitaba de un tratamiento más atrevido y la cosa acabó algo light. Con todo, es un musical a ver.Una señorita rebelde es el trasvase al celuloide de un texto de Henry James realizado por Peter Bogdanovich en 1974. Película mal recibida en su momento, Una señorita rebelde contiene múltiples detalles que la hacen estimable, un hábil retrato de época y de gentes filmado con sensibilidad y dotes de observación.Montaña rusa es la típica e inútil película de catástrofes, lanzada en su momento en el sistema sensurround y con apetitoso reparto -los veteranos Richard Widmark y Henry Fonda en él-, artilugio carente de todo interés. Por lo que hace a Cómo triunfar sin dar golpe, es una simpática comedia sobre lo que anuncia su título intepretada por el efirnero Robert Morse y sus talentos para la comedia y la caricatura.