La belleza en el recuerdo
"Aunque ya nada podrá devolvernos la hora del esplendor en la hierba y la gloria en las flores, no hay que afligirse, porque la belleza perdura en el recuerdo". Éstas o muy parecidas palabras, pertenecientes a unos versos del poeta inglés William Woodsworth, son las pronunciadas por una subjetiva voz en off al comienzo y al final de Esplendor en la hierba, a modo de reflexión acerca de unas vidas truncadas por el destino.Esa belleza es paralela a la que permanece en el recuerdo del espectador ya maduro. Esplendor en la hierba es un filme legendario, rodeado de esa aureola de anticuerpos que impiden plantearse de nuevo su valía. Su corteza es la de una historia de amor de palpitante lirismo, mediatizada por la intolerancia de una sociedad que la convertirá en tragedia y localizada en los tiempos anteriores, contemporáneos y posteriores al crack de la economía norteamericana en el año 1929.
La figura del padre
Se trata de una elección temporal que acentuaba el carácter torturado y nostálgico de la historia -debida a William Inge, el mismo autor del Picnic del pasado sábado, y con todos los aromas de Tennessee Williams a flor de piel; señalemos, a este proposito, la fugaz aparición del propio William Inge en el papel de predicador- y ponía en bandeja a Elia Kazan su carnaza melodramática, sus constantes obsesivas sobre la familia y principalmente sobre la figura del padre, eje sobre el que se vertebra una parte de su obra, desde Al este del Edén a El compromiso.
En definitiva, Esplendor en hierba es un bello y conmovedor poema sobre los amores juveniles, que encontró en las siluetas y en la sensibilidad de Warren Beatty y Natalie Wood su mejor materialización.
Costumbrismo, videomanía y sexo son los tres vértices sobre los que se construye Bajo en nicotina, una comedia de Raúl Artigot de escaso alcance, que hoy amuebla el espacio Producción española.
Bajo en nicotina se emite a las 2.00 por TVE-1. Esplendor en la hierba, a las 22.35 por TVE-2.
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