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Losada, la tentativa fallida del tercer Atlético de Gil

El protagonista de la presentación de la tercera versión del Atlético de Madrid propuesta por su presidente, Jesús Gil, no se personó en ella y ni siquiera terminará vistiéndose de rojiblanco. Losada, el delantero del Real Madrid, estuvo en boca de todos durante el acto protocolario de iniciación de la pretemporada. "Quien a hierro mata ... a hierro muere" fue el lema con el que Gil dijo haber Negado a un acuerdo con él para que, amparándose en el célebre decreto 1.006, rescindiera su contrato con el club madridista y fichara por el suyo. Pero Ramón Mendoza, su homólogo Me enfrente" salió al quite, se entrevistó con Losada y le convenció de que su futuro debe seguir vinculado al equipo blanco.

"Podemos ser los pobres y ellos los ricos, pero tontos no somos", repitió varias veces Clemente, el nuevo técnico del Atlético, haciéndole el eco a Gil. Él trabajó con Losada cuando era el entrenador del Español y el Madrid se lo había cedido al conjunto barcelonés. Su opinión sobre sus cualidades, con total conocimiento de causa, no puede ser mejor. Por eso, cuando Gil le sugirió la posibilidad de tantearle, respondió de manera afirmativa. Es más, incluso habló con el padre del futbolista. Gil lo hizo con el propio Losada. El acuerdo entre ambos estaba virtualmente ultimado. Pero los acontecimientos se precipitaron ayer de forma negativa para los intereses del Atlético. Losada se entrevistó con Mendoza y con su nuevo preparador, el galés John Benjamin Toshack, y, al cabo, resolvió en el sentido de seguir siendo madridista. Una llamada telefónica al despacho de Gil dejó el asunto zanjado, salvo sorpresas.Gil intentaba una doble jugada con el enrolanúento de Losada. Por un lado, reforzar su plantilla con un goleador nato, lo que ha demostrado ser en sus espaciadas intervenciones en el curso de la pasada temporada. Por otro, aplicar el refrán de "ejo por ojo, diente por diente". Así, en su alocución a los cerca de 10.000 aficionados que acudieron al estadio Calderón, se refirió varias veces a los casos de Hugo Sánchez y Paco Llorente, que pasaron del Atlético al Madrid bajo el mandato de Mendoza, en el segundo caso recurriéndose por vez primera al decreto 1.006, por el que un profesional puede dar por concluido su compromiso pagando a su club la cantidad que se haya fijado como indemnización o, de no haberse estipulado en concreto, la determinada por los tribunales. También aludió al más reciente de Fernando Hierro, del Valladolid, cuyo fichaje había cerrado con el presidente blanquivioleta, Miguel Ángel Pérez Herranz, antes de que el Madrid pujase por él, lo que ha supuesto que el Atlético reciba una compensación de 30 rniHones de pesetas: "Al fin conoceremos el sabor del dinero madridista [en teoría, quien debe abonarlo es el intermediario que representó a Hierro, Miguel Santos]". Gil, en una palabra, está decidido a desestabilizar "a quienes desestabilizan", a ser "cuatrero" si los otros lo son. Losada aparte, Aldana y Chendo están en su punto de mira para cuando la ocasión sea propicia.

Con Bustingorri

Pero, núentras tanto, ha de conformarse con los jugadores que ya tiene en la mano. El último que ha adquirido es el centrocampista Bustingorri, al que Osasuna no había podido retener y por el que se había interesado el Madrid y, en última instancia, el Barcelona. Setenta miRones de pesetas es la cifra que éste cobrará por las próximas tres campañas. Las otras novedades son los defensas Abadía, del Logroñés, y Ferreira, del Ath.létic de Bilbao, y el comodín adelantado Pizo Gómez, de Osasuna. Su tercer proyecto, con Clemente -"creo que esta vez he acertado porque cada vez me identifico más con su forma de ser y pensar", dice- y tras los del argentino César Luis Menotti y el británico Ron Atkinson, es el más modesto económicamente, entre otras razones porque Abadía y Gómez, como Bustingorri, poseían la carta de libertad. "No exijo títulos, sino trabajo, profesionalidad y disciplina. Con estos tres factores, seguro que aquéllos vendrán antes o después", reflexionó Gil.Baltazar, que disfruta de unos días más de permiso por su intervención con la selección brasileña en la Copa de América, fue el único de los 24 jugadores -Abel, Elduayen, Mejías, Tomás, Torrecilla, Goikoetxea, Sergio, Ferreira, Armando, Luis García, Juan Carlos, Donato, Marina, Alfredo, Orejuela, Parra, Abadía, Gómez, Marcos, Aguilera, Manolo, Futre, Bustingorri y el propio Baltazar- que no acudió anoche a la concentración en Segovia, que será hasta el 19 de agosto, si bien se harán altos para participar en los torneos de La Línea de la Concepción, del 5 al 6, y en el Villa de Madrid, del 11 al 13.

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