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Dimite el primer ministro japonés tras el descalabro electoral del domingo

El primer ministro de Japón, Sostake Uno, presentó ayer su dimisión antes de conocerse los resultados definitivos de las elecciones parciales parlamentarias del pasado domingo, que han sido catastróficas para el Partido Liberal Democrático. "Asumo todas las responsabilidades" declaró Uno durante la conferencia de prensa en la que anunció su decisión. El jefe de¡ Gabinete continuará en su puesto hasta que se encuentre un sustituto, tarea que se presenta dificil tras los escándalos financieros y de faldas sufridos por el partido en los últimos meses.

Uno sólo ha logrado mantenerse en el poder 52 días. En los cornicios del domingo, el partido gobernante ha perdido la mayoría en el Senado o Cámara de Consejeros después de 34 años. La oposición socialista, que encabeza Takako Doi, la primera mujer japonesa con aspiraciones serias de gobernar uno de los países más ricos del mundo, se ha manifestado dispuesta a formar un Gobierno de coalición que se encargaría de gestionar la nación, disolver la Dieta (Cámara baja), controlada aún por los liberales, y celebrar elecciones generales."Es hora de que los liberales dejen de pasarse el Gobierno entre las facciones de su partido y entreguen el poder a la oposición", declaró ayer Doi, la dirigente que ha logrado renovar el partido socialista y hacerse con el voto femenino, tradicionalmente conservador.

Los liberales han conseguido retener sólo 36 de los 66 escaños que tenían en reelección el domingo en la Cámara alta, lo que roloca su fuerza numérica en 109 escaños sobre los 252 que tiene ese órgano legislativo.

Los socialistas han logrado, por su parte, 46 escaños, con lo que duplican los 22 que ponían en juego, y ahora suman un total de 66. Además entra en esa Cámara una nueva agrupación política que ha surgido al calor de la federación de sindicatos del sector privado, Rengo. Once de los 12 aspirantes que presentaba este movimiento prosocialista que aspira a constituirse en una alternativa propia de gobierno han logrado la victoria, derrotando precisamente a los candidatos liberales en áreas rurales.

Sin embargo, los otros tres principales partidos de oposición han fracasado en estos comicios y se han distanciado más aún de los socialistas.

Todos los analistas estiman que lo sucedido el domingo puede ser el comienzo del fin del monopolio de poder que los liberales han ejercido ininterrumpidamente desde hace 34 años.

El mundo económico y financiero ha reaccionado con preocupación ante la inestabilidad política que se ha abierto tras los resultados del pasado domingo y acusa a los liberales de haber perdido con su programa la confianza popular.

[PP] Página 3

Editorial en la página 8

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