Ballesteros: "Debo concentrarme más"
Severiano Ballesteros pide que sople el viento; el inglés Nick Faldo, que llueva. Los dos grandes favoritos del Open británico, que comienza hoy (televisiones autonómicas) en Troon (Escocia), parecen pendientes de los partes meteorológicos. No es extraño. Las dificultades permiten que los mejores golfistas se distingan más de los otros. El cántabro, eso sí, tiene una solicitud para consigo mismo: "Debo concentrarme más". José María Olazábal expone: "No sé si estoy ya preparado para ganar, pero estoy muy cerca".
El Royal Troon Golf Club se halla a orillas del mar, en la costa occidental escocesa. Así, las ventoleras son habituales en él. Sin embargo, en los días previos al torneo ha prevalecido la calma. Este detalle ha inquietado algo a Ballesteros, que prefiere que las circunstancias ambientales sean un poco adversas para que las diferencias entre unos y otros se puedan establecer mejor. Y es que, cuando el tiempo es excelente, cualquiera es capaz de asemejarse a una figura. "Sin viento, las tarjetas serían muy bajas. Yo espero que sople", ha comentado. A su vez, Faldo desea que llueva.Lo que más preocupa al cántabro, no obstante, es alcanzar el grado óptimo de concentración. "A veces, uno no está centrado al 100% en el juego. Éste ha sido mi problema en las últimas cinco semanas", advierte. Desde luego, en el Open de Estados Unidos, a mediados de junio, acabó en un puesto impropio de su condición de número uno, el 43º, a doce golpes del vencedor, el norteamericano Curtis Strange. Más recientemente, ni siquiera pasó el corte en el Open de Montecarlo, si bien estaba griposo. "He tomado antibióticos hasta el jueves y creo que mi recuperación es total. Pero, por si acaso, me he atiborrado de vitaminas", dice sonriendo.
"Si me concentro como de costumbre", insiste", "todo irá bien". "Pero", matiza, "he de demostrar asimismo más paciencia [a la espera de los errores de los demás] que en las últimas competiciones".
Ballesteros ganó su primer Open a los 22 años, en 1979; el segundo, a los 27, en 1984, y el tercero, a los 31, en 1988. Olazábal quiere llevarlo a su palmarés cuanto antes, a sus 23 actuales si es posible. "No sé si estoy ya preparado para adjudicármelo. Pero, en el peor de los casos, me encuentro muy cerca de estarlo", aduce.
Por lo pronto, se ha consolidado entre los diez primeros del mundo: es el octavo, por detrás de Ballesteros, Faldo, el australiano Greg Norman, Strange, el galés lan Woosnam, el estadounidense Tom Kite y el escocés Sandy Lyle.
"Estoy jugando más relajado que antes y cometo menos equivocaciones. Si tuviese mis putts bajo control, ¿por qué no habría de vencer?", argumenta. "Mi deseo es poder decir pronto algo que la mayoría no puede decir nunca: yo he ganado un grande", concluye el joven golfista vasco.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.