Cunningham fallece en Madrid como consecuencia de un accidente de tráfico
El futbolista británico de ascendencia jamaicana Laurie Cunningham murió ayer en Madrid, a los 33 años de edad, como consecuencia de un accidente de tráfico producido hacia las 6.45. El coche que conducía, un Seat Ibiza de matrícula M-6296-FM , se salió de la calzada de la carretera de La Coruña, la N-VI, a la altura del kilómetro 6,5 (Puerta de Hierro) y en dirección a la capital, chocó contra una farola y la alambrada de protección y volcó. Cunningham, ex jugador del Real Madrid, el Spórting de Gijón y el Rayo Vallecano, apareció a unos 10 metros del vehículo con una fractura en la cabeza y pérdida de masa encefálica. Fue trasladado al Hospital Clínico, en el que falleció a pesar de las atenciones que se le prestaron.
Cunningham, que había concluido su contrato con el Rayo Vallecano el pasado 30 de junio y que estaba pendiente de una reunión con el presidente del club franjirrojo, Pedro García, para tratar de su muy problemática renovación, regresaba a Madrid en compañía del estadounidense Mark Cafwell Latty, de 30 años, que resultó con heridas leves y se halla internado en el mismo centro sanitario al que él fue trasladado.Por motivos que se desconocen, y que la Guardia Civil está investigando, Cunningham, perdió el control del coche, que se salió de la calzada, chocó contra una farola y la valla protectora, y volcó. Su cuerpo apareció a unos diez metros de distancia con una fractura en la cabeza y pérdida de masa encefálica. Una patrulla de la policía municipal, que le reconoció, a pesar de que iba indocumentado, por algunos papeles que llevaba en el vehículo, le llevó urgentemente al hospital Clínico, pero los médicos no pudieron salvarle la vida.
Su cadáver se encuentra en el Instituto Anatómico Forense de Madrid, donde hoy se le practicará la autopsia y donde se ha instalado la capilla ardiente.
El entrenador del Rayo, Félix Barderas, Felines, declaró al conocer la desgracia de Cunningham que se siente "conmocionado" y que "Laurie era una gran persona que siempre tuvo mala suerte".
"Todo un profesional"
Para el técnico del equipo vallecano, a cuyo ascenso a la Primera División había contribuido el británico en el curso de la última temporada pese a que diversas lesiones le relegaron a la suplencia a menudo, "Cunningham tenía una gran personalidad como futbolista, pero el infortunio le impidió demostrar su extraordinaria categoría. Se trataba de un auténtico profesional que nunca daba problemas ni pedía explicaciones cuando no era alineado como titular. Es más, era el único reserva que yo he dirigido que siempre me deseaba suerte antes de cada partido".
Felines confirmó que la continuidad de Cunningham en el Rayo Vallecano estaba bastante complicada, pero que, en cualquier caso, era un asunto que se hallaba "pendiente de estudio".
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