Carmen 'Tita' Cervera

verá hoy cumplido uno de sus sueños. Cuando esta noche abra las puertas de su flamante mansión madrileña, en La Moraleja, la baronesa Thyssen respirará tranquila. Durante meses ha tenido que luchar con múltiples problemas para acondicionar una casa de 2.000 metros cuadrados -"pero solamente tres dormitorios: uno para nosotros, otro para mi madre y otro para mi hijo"-, que ha sido decorada de forma que Tita califica como muy atrevida: colores naranja y turquesa con tejas verdes. Mientras el barón Thyssen compraba el Mata Mua, de Gauguin, la baronesa ha tenido que poner en la calle a la empresa constructora que le llevaba las obras, encargar una auditoría para descubrir una "estafa" en los precios de al menos 40 millones de pesetas, contratar a José María Stampa Braun para que interponga una querella, organizar la mudanza y dar los últimos toques a una cena de inauguración que se celebrará esta noche en honor de don Juan de Borbón, y que tendrá unos invitados excepcionales: los reyes de España.