Julián Ariza y los 'carrillistas' sólo se irán de Comisiones Obreras si los expulsan

Julián Ariza asegura que el sector carrillista de Comisiones Obreras sólo abandonará el sindicato si los expulsan. El comité central de su partido, el PTE, ha acordado "seguir dando la batalla para que se respeten las minorías en Comisiones", según Ariza. Este dirigente negó ayer que hayan iniciado ningún tipo de negociación para integrarse como corriente en UGT y lo reiteró en el secretariado del sindicato. Sí reconoce, sin embargo, que tienen muy buenas relaciones con la dirección de la central socialista y pretenden también tenerlas con la dirección de Comisiones.

Julián Ariza y Juan Ignacio Marín afirman que prosiguen las presiones en CC OO contra los miembros del PTE, especialmente en algunas federaciones como el metal [que decidió la expulsión de Marín hace dos meses], inspiradas en su opinión por "Julio Anguita y la corriente chiíta de Izquierda Unida, que hace tiempo decidieron iniciar una guerra santa contra nosotros". Los carrillistas, en el caso de que los expulsen de CC OO, no piensan fundar otro sindicato.

El secretario general de Comisiones, Antonio Gutiérrez, afirmó que en la organización están las puertas abiertas para quien se quiera marchar, pero no tienen intención de expulsar a nadie.

En las tres reuniones mantenidas en los últimos meses entre las direcciones de UGT y PTE se trataron esos problemas y así lo reconoció ayer Nicolás Redondo, quien añadió que se trataba de reuniones públicas y que "no ha habido ningún tipo de conspiración, ni ninguna propuesta de integración de los carrillistas en UGT". Esos encuentros trataban de "ampliar la base social del PTE", según Ariza, y fueron concertados por José María Zufiaur, partidario de abrir el sindicato a todo tipo de militantes.

Los estatutos de UGT no permiten la integración de corrientes en el sindicato y su sistema de representación da todo el poder a quien tiene más del 5 17. Cualquier cambio en este sentido requeriría la convocatoria de un congreso. Ello se puso de manifiesto en el último comité confederal de UGT, en el que se decidió no pedir el voto para ninguna opción política en las elecciones europeas, cuando en la resolución se pretendía introducir como argumento que es un sindicato plural.

Los dirigentes con más años de militancia en la central socialista como Paulino Barrabés, Antón Saracíbar, Justo Fernández o Manuel Garnacho, lograron modificar esa resolución reconociendo expresamente la definición socialista del sindicato.

Esos mismos dirigentes no se oponen, pese a todo, a que sindicalistas o trabajadores a título individual se afilien a UGT.