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TENIS / ROLAND GARROS

Arantxa Sánchez Vicario, primera española que llega a la final del torneo parisiense

Alex Martínez Roig

Arantxa Sánchez Vicario, de 17 años de edad, se convirtió ayer en la primera tenista española que llega a la final del torneo parisiense de Roland Garros. Sólo Lilí Alvarez llegó tan lejos, cuando perdió tres veces la final del londinense de Wimbledon (1926, 1927 y 1928). Arantxa, que derrotó a la estadounidense Mary Joe Fernández por 6-2 y 6-2 en una hora y 18 minutos, se enfrentará mañana a la alemana occidental Steffi Graf, la número uno mundial y gran favorita. Steffi cedió un set ante la yugoslava de 15 años Mónica Seles, pero ganó por 6-3, 3-6 y 6-3. Por llegar a la final, Arantxa cobrará 16,5 millones de pesetas, que se multiplicarían por dos en el caso de que venciera a Steffi.

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, Arantxa Sánchez Vicario había soñado muchas veces con la escena y la interpretó a la perfección. La bola de Mary Joe Fernández, hija de padre asturiano y madre cubana, botó fuera y Arantxa miró al cielo, cerró los ojos, lanzó un grito de alegría y cruzó media pista a la carrera con los brazos en alto. En poco más de hora y cuarto había quebrado la leve resistencia de Mary Joe para ser la primera española en la historia que llega a la final de Roland Garros.La victoria de Arantxa no fue brillante, pero eso le importa bien poco. No tuvo alegría en las gradas -el público no tomó partido por ninguna de las jugadoras-, pero ni se fijó en la gente. Las condiciones tampoco eran muy buenas para el tenis, con viento y algo de lluvia -el partido se interrumpió 22 minutos con 5-2 a su favor en la primera manga-, pero Arantxa ni siquiera se dio cuenta. Tiene tanta fuerza de voluntad, tanta ambición de éxito, que sale a la pista preparada para abandonarla satisfecha de sí misma, haya ganado o perdido. No tiene golpes naturales, no gana los puntos con facilidad, pero se agarra al suelo con toda su rabia, mueve la bola con gran inteligencia y corre lo que no está escrito. Son cualidades que en Francia se han bautizado como tenis cocodrilo, el mismo que despliegan sus hermanos Emilio y Javier, el mismo que colocó a José Higueras en la semifinal de 1982. Sólo luchando desaforadamente puede Arantxa ganar a jugadoras con más recursos técnicos que ella.

La semifinal de ayer fue poco complicada. Mary Joe es más elegante, pero lucha y corre menos y es más irregular. Como siempre, Arantxa tuvo una salida fulgurante y se escapó con un 3-0. En la grada de invitados, el padre de Arantxa y el de Mary Joe mantenían, mientras tanto, un duelo particular consumiendo un cigarrillo tras otro. La española mantuvo su ventaja en el marcador, pese a perder el servicio en el cuarto juego, y comenzó a aumentar los sufrimientos de Mary Joe con dejadas continuas -le hizo nueve a lo largo del partido-.

La interrupción por la lluvia (5-2) benefició a Arantxa, que siempre sale del vestuario más predispuesta que sus rivales a comenzar inmediatamente la batalla. Ganó de nuevo dos juegos seguidos, se apuntó el primer set y mantuvo su presión sobre Mary Joe. La estadounidense trató entonces de jugar al ataque, con saques y voleas, pero sus movimientos, parsimoniosos, apenas creaban problemas en el juego defensivo de Arantxa. Con su 1,66 metros de estatura y 50 kilos de peso, Arantxa se desplazaba con rapidez de un lado a otro y, poco a poco, volvió a imponer su táctica del limpiaparabrisas, es decir, con bolas alternativas a una y otra punta de la pista. La lucha duró poco porque Arantxa rompió el saque de Mary Joe en el tercer juego y el séptimo para ganar su clasificación para la final en la tercera bola de partido.

Devoluciones fuertes

A Arantxa le queda ahora algo tan difícil como escalar el Everest en invierno. Steffi Graf ha ganado los últimos cinco torneos del Grand Slam, sólo ha perdido un partido este año -ante la argentina Gabriela Sabatini- y en las tres últimas temporadas su balance en tierra batida es de 103 victorias y tres derrotas. En sus enfrentamientos personales, Steffi siempre ha ganado a Arantxa: 6-2 y 6-0 (1988, Nueva Jersey), 6-2 y 6-4 (1989, Hilton Head) y 6-3 y 6-2 (1989, Amelia Island).Sin embargo, Arantxa extrajo conclusiones positivas de las dificultades enormes que atravesó ayer Steffi para vencer al nuevo fenómeno yugoslavo Mónica Seles, de 15 años. Graf ganó por 6-3, 3-6 y 6-3, pero estuvo más cerca de la derrota que nunca. Seles, cuyos golpes parecen latigazos, demostró que Steffi se pone nerviosa cuando las bolas le vuelven tan fuertes como las ha enviado y cuando el marcador se le complica. Mónica, que rompió cuatro veces las cuerdas de su raqueta, puso en muy serios problemas a Steffi jugando con tanta violencia como ella. Steffi, había declarado, antes de conocer el resultado de la otra semifinal, que prefería a Mary Joe en la final: "Arantxa comete menos errores. Es más consistente y se mueve mejor. Creo que es mejor sobre tierra batida'.

Por otro lado, hoy se disputarán las semifinales masculinas, de las que saldrá un campeón inédito en Roland Garros. El alemán occidental Boris Becker se enfrentará al sueco Stefan Edberg en un duelo entre atacantes, repetición de la final de Wimbledon de 1988. El soviético Andrei Chesnokov y el estadounidense de ascendencia china Michael Chang jugarán un partido exótico e insólito entre dos jugadores del fondo de la pista que apenas entraban en los pronósticos.

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Sobre la firma

Alex Martínez Roig
Es de Barcelona, donde comenzó en el periodismo en 'El Periódico' y en Radio Barcelona. En EL PAÍS ha sido redactor jefe de Deportes, creador de Tentaciones, subdirector de EPS y profesor de la Escuela. Ha dirigido los contenidos de Canal + y Movistar +. Es presidente no ejecutivo de Morena Films y asesora a Penguin Random House.

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