El presidente de Hidrola es partidario de eliminar rigideces del marco legal eléctrico
El presidente de Hidroeléctrica Española (Hidrola), Iñigo de Oriol, defendió ayer la necesidad de "eliminar las rigideces que se contienen en el marco legal y estable". Oriol, que mantuvo una reunión con los medios informativos previa a la junta general de accionistas, que tendrá lugar mañana, dijo que el citado marco legal "es un hecho positivo siempre que su aplicación se haga con amplitud de miras para conseguir, con los retoques y precisiones que sean necesarias, las garantías del equilibrio económico y financiero del sistema".Tras referirse a las disposiciones oficiales que han ido completando el desarrollo normativo del marco legal y estable -relativas a la corrección de desviaciones en los costes e ingresos previstos, a los costes estándares de distribución y a la determinación de compensaciones entre empresas-, el presidente de Hidrola se mostró partidario de que las tarifas recojan los costes que tendrán que asumir las empresas como consecuencia de las provisiones que habrán de realizar en concepto de complementos de jubilación, tanto para el personal activo como pasivo.
Como hechos más importantes ocurridos en el seno de Hidrola, Iñigo de Oriol aludió a la finalización del proceso de saneamiento llevado a cabo en el seno de su filial catalana, Hidroeléctrica de Cataluña (Hidruña); la puesta en servicio de la central de Cortes-La Muela, así como la presentación llevada a cabo por la eléctrica entre analistas e inversores institucionales en Londres, Ginebra, Zúrich y Frankfurt en el mes de octubre de 1988, "a fin de diversificar y extender aún más el accionariado de la sociedad y aspirar a su internacionalización".
Oriol, que destacó el 16,7% de incremento en la producción total de Hidroeléctrica Española y puso de manifiesto la contribución de la sociedad en la generación de electricidad nacional (un 16,8%, sin contar con Hidruña), hizo hincapié también en los aspectos financieros más importantes de la sociedad, incidiendo en que el valor neto de las instalaciones en explotación ascendió en 1988 a 1,243 billones de pesetas, frente a los 972.000 millones que suponían en 1985, así como que los beneficios se habían situado en 21.805 millones de pesetas, frente a los 19.313 de 1987. Estas cifras permitirán repartir un dividendo del 8,75%.
En cuanto a los resultados alcanzados al término de los cuatro primeros meses del presente ejercicio, Iñigo de Oriol anuncié unos beneficios de 7.950 millones de pesetas, gracias al incremento en las ventas de energía (del 13,35%), que han compensado lo que calificó como "pésima hidraulicidad".
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