En busca del título negado
Los marchadores españoles afrontan este fin de semana su asignatura pendiente en la Copa del Mundo de l'Hospitalet
La marcha española afronta hoy y mañana, en l'Hospitalet (Barcelona), su asignatura pendiente, la Copa del Mundo. No se trata de una reválida, porque los Marín, Llopart, Mari Cruz Díaz y Reyes Sobrino ya han demostrado ante el mundo quiénes son. Curiosamente, unos marchadores que suman entre todos 18 medallas en los podios más exigentes no han sabido todavía ganar la máxima competición por equipos. Esta tarde se decide el título femenino y entre hoy, con los 20 kilómetros, y mañana, con los 50, el masculino.
La Copa del Mundo, antes trofeo Lugano, es una competición por equipos que se celebra cada dos años, cuyo título femenino se dilucida en la prueba de 10 kilómetros y el masculino, según una clasificación conjunta de la de 20 y 50. España nunca ha ganado esta competición, pese a que cuenta con un plantel envidiable de marchadores, pues no sólo Marín -segundo y tercero en los Mundiales, primero y segundo en los Europeos y primero en la Copa del Mundo- y Llopart _campeón europeo y subcampeón olímpico- se han colgado medallas, sino que también Mari Cruz Díaz -campeona europea, tercera en los Europeos de pista cubierta y, en categoría junior, campeona mundial y campeona y subcampeona europea-, Reyes Sobrino -campeona europea junior y primera y tercera en los Europeos de pista cubierta-, Olga Sánchez -subcampeona mundial junior-, Miguel Ángel Prieto -tercero en los Europeos de 1986- y Daniel Plaza y Ricardo Pueyo -terceros en los Europeos junior- han subido a los podios de las competiciones más importantes en las que han intervenido.Con el palmarés que presentan estos marchadores, el equipo español tenía que ser claro candidato al triunfo. Es verdad que cada edición que pasa está más cerca del título porque si bien en los primeros años los hombres se quedaban en las semifinales, han pasado de los undécimos puestos de 1979 y 1981 al sexto de 1983 y a los cuartos de 1985 y 1987. En categoría femenina la progresión es mayor aún ya que el undécimo lugar de 1983 se convirtió en octavo en 1985 y en segundo en 1987, con Mari Cruz Díaz, Tereisa Palacios, Reyes Sobrino y Emilia Cano entre las veinte primeras clasificadas.
La Unión Soviética fue quien cerró al equipo femenino español las puertas del triunfo en 1987 y es, junto a China, el gran rival a batir. Ahora, con un equipo todavía muy joven pero ya muy experimentado, prácticamente el mismo que consiguió hace dos años el subcampeonato mundial, las españolas tienen la oportunidad de alcanzar la consagración a poco que Mari Cruz Díaz y Reyes Sobrino hagan valer su categoría y se vean acompañadas por sus compañeras quienes, a su vez, ya han demostrado sus buenas condiciones.
En categoría masculina, la Unión Soviética, la República Democrática Alemana e Italia son las naciones que en las dos últimas ediciones de la Copa del Mundo impidieron al equipo masculino subir al podio y que acabaron con la hegemonía de México. Luchar por la victoria les resulta más complicado a los españoles que a sus compañeras, pero se encuentran comprometidos con subir, por primera vez, a un podio que se les niega ante la mayor conjunción de otros equipos.
Una especialidad catalana
Los tres equipos españoles que competirán en la Copa del Mundo suman 15 atletas. Diez de ellos son catalanes y es que Marín y Llopart han sabido crear con sus éxitos una auténtica escuela de marcha dentro de su área de influencia. Porque el propio Marín y el padre de Llopart, Moisés, son grandes técnicos de una especialidad que sólo logran dominar unos pocos países en el mundo.Miguel Ángel Prieto, segoviano de 25 años, es el único no catalán en el equipo de 20 kilómetros, que se completa con José Marín (39 años), Jaime Barroso (21), Ricardo Pueyo (22) y Daniel Plaza (23). Estos dos últimos ya recibieron su bautizo en la alta competición al competir en los Juegos Olímpicos de Seúl. Barroso, entrenado por Marín, estuvo en los últimos europeos de pista cubierta.
En el equipo de 50 kilómetros también hay mayoría catalana con Jorge Llopart (37 años), Andrés Marín (27) y Antonio González (26), éstos dos con gran experiencia en la Copa del Mundo. Les acompañan Manuel Alcalde (32), de Guadix (Granada), y Basilio Labrador (22), de Los Realejos (Tenerife). Alcalde llegó a ser noveno en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84 y Labrador es campeón de España en categoría promesas.
El equipo femenino es el más joven, con una edad media de 21 años, en el que las dos marchadoras no catalanas, Eva Cruz (19 años), de Murcia, y Teresa Palacios (30), de Aguilar-Boltaña (Huesca), son la más joven y la más veterana. Cruz es campeona de España promesa y Palacios fue la precursora de la marcha femenina en España: Las otras tres, Olga Sánchez (19) Mari Cruz Díaz (19 años) y Reyes Sobrino (22) están entrenadas por José Marín. La primera sigue los pasos de sus compañeras porque es subcampeona mundial junior.
Los veteranos, en forma
Marín y Llopart, además de su presencia carismática en los equipos de 20 y 50 kilómetros, respectivamente, son los atletas que aún tienen mucho que decir en esta Copa del Mundo. Marín, que pertenece al Comité Organizador de la prueba, aún ha tenido tiempo para entrenar a sus tres marchadoras, más a Barroso, y prepararse a sí mismo para participar. Su forma no es la óptima porque, como ha declarado, la temporada llega muy pronto para todos los que compitieron en los Juegos Olímpicos de Seúl. Pero su experiencia, como la de Llopart, le permitirá competir con garantías.Los equipos españoles tienen a su favor el competir en casa, sobre un circuito duro, pero que ya conocen perfectamente, lo que les permitirá la dosificación de fuerzas en búsqueda de una buena clasificación conjunta.
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