El tribunal condena a tres años de prisión a 14 aficionados implicados en la tragedia de Heysel

FÉLIX MONTEIRA, El tribunal de Bruselas que juzgó la tragedia del estadio Heysel dictó ayer penas de tres años de prisión y 1.000 francos belgas de multa (3.000 pesetas) contra 14 de los 26 aficionados británicos culpables de la avalancha que causó 39 muertos el 29 de mayo de 1985, una hora antes de la final de la Copa de Europa entre la Juventus y el Liverpool. Por negligencia en sus funciones, el capitán Johan Mahieu, responsable de las fuerzas que custodiaban la tribuna donde se produjo la tragedia, fue condenado a nueve meses de cárcel y 1.500W pesetas de multa. Seis meses de prisión e idéntica multa recayeron sobre Albert Roosens, ex secretario general de la Federación Belga de Fútbol.

De los 26 hooligans inculpados, once resultaron absueltos por falta pruebas y el vigesimosexto, Gary Haynes, fue dejado al margen por estar cumpliendo una condena por robo en el Reino Unido. Las responsabilidades indirectas contra los organizadores de un partido calificado de "alto riesgo" no alcanzan ni a la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA), ni a su secretario general, ni a la federación belga en cuanto tal organismo, ni al jefe de las fuerzas de seguridad de Bruselas, ni a las autoridades municipales, ni al Estado belga.Lo juzgado ayer, de acuerdo a la sentencia, no es un sólo un delito contra los 39 muertos Ni los centenares de heridos, algunos con "mutilaciones graves e incapacitados para la vida laboral", sino también contra toda la sociedad. "Los actos que han cometido quienes transformaron el estadio en un campo de batalla", afirmó el juez, "no pueden ser tolerados; en Belgica".

Reducción de la pena

La sentencia recoge el beneficio del sobreseimiento de la mitad de la pena para los 14 aficionados condenados a tres años, siempre que en un plazo de cinco años no cometan otro delito. Ello supone reducir la condena a 18 meses, de los cuales ya llevan cumplidos nueve. Los abogados de los condenados han anunciado que presentarán un recurso de apelación.

En cuanto al capitán Johan Mahieu y a Albert Roosens, máximo responsable del fútbol belga en el momento en que se produjeron los hechos, la reducción de la pena puede afectar a la totalidad de la condena, por lo que se verán eximidos de la cárcel. Los condenados se ven obligados además a contribuir con cantidades de 30.000 francos, los dos belgas, y 60.000 (180.000 pesetas), los 14 aficionados, para un fondo de asistencia a los afectados o sus familiares. El impago dará lugar a dos o tres meses de arresto sustitorio, según los casos. Las fianzas de 360.

La sentencia de la causa civil, separada del proceso penal, establece una indemnización global de 300 millones de francos belgas, unos 900 millones de pesetas, que deberán pagar soliodariamente entre los 14 aficionados británicos condenados, el ex secretario general de la federación belga de fútbol y el capitán Johan Mahieu. El juez establece una indemnización entre, 600.000 y 20 millones de francos belgas -de 1,8 y 60 millones de pesetas- por cada uno de los 39 muertos de la tragedia.

"Han resultado más largos los considerandos de la sentencia que las penas", comentó un abogado. El juez Pierre Verlynde, titular de la Sala 48 del Tribunal Correccional de Bruselas, dio comienzo a las nueve horas de ayer a la lectura de los 500 folios de la sentencia. Durante matro horas y media, con sólo cinco minutos de pausa para retomar fuerzas, detalló desde las diversas configuraciones jurídicas del pánico hasta las tipicaciones de la violencia.

Los condenados son Michael Baines, Stanley Conroy, Gary Cooper, Gary Evans, Kerin Hughes, Graham Postlethwaite, Gary Rutter, Timothy Williams, Terence Wilson, Alan Woodray, Mark Woods, Paul Wright, Ronald O'Brien y John Davies. En cambio, contra Mark Nolan, David Duncan, David Giles, Paul Howard, Ronald Jepson, Stephen MacDonald, Graham Reavey, Keith Reed, Barry Rickman, James Wallace y Andrew Sambor las pruebas no prosperaron.

Los facultativos que le atienden desmintieron las informaciones difundidas a primera hora de la mañana por algunas emisoras de radio, en las que se aseguraba que el presidente del COI había muertos recientes en el campo de Sheffield.

Todos los acusados presentes salieron del juzgado sin que las autoridades belgas pretendieran retenerlos, y algunos se habían quedado en Inglaterra, según informa la agencia Efe, desde Londres. La esposa de uno de los condenados comentó ayer en Liverpool: "Estoy completamente indignada porque una vez más nos están utilizando como chivos expiatorios". "Esto no es justicia", sostuvo la esposa de Gary Evans, "¿Por qué tenemos que aguantar esto?". La madre de uno de los exculpados comentó: "La sentencia me ha quitado un peso tremendo".