Gloria Fabuel

"He empezado muy arriba. La verdad es que hubiera preferido un papel menor, pero ahora que ha pasado estoy contenta". Gloria Fabuel, valenciana de 21 años, debutó el pasado 13 de marzo en el nada fácil papel de Lisetta, de Il matrimonio segreto, de Domenico Cimarosa. Nunca antes había intervenido en una ópera representada sobre la escena. Pese a ello, ha demostrado poseer unos medios vocales y escénicos que la configuran como uno de los valores en alza dentro del panorama lírico de los próximos años.

Se encontraba en Bilbao, participando en La tabernera del puerto, cuando recibió la llamada de Lluís Andreu, administrador artístico del Liceo, reclamándola para que interviniera en la obra de Cimarosa. "Pensé que sería un papelillo menor y acepté", dice ella. "Luego me enviaron la partitura. ¡600 páginas! Me asusté muchísimo".No esconde Gloria Fabuel que en el mes y medio de que dispuso no tuvo tiempo para madurar el personaje, con el que asegura tener muy pocos puntos en común. Si Lisetta es autoritaria, antipática, respondona con su hermana Carolina, Fabuel asegura ser una buena chica que no suele pelearse con .sus dos hermanos menores.

"Cuando empiezas, todo el mundo te quiere aconsejar demasiado, por lo que al final acabas haciéndote un lío", maniflesta la soprano. "Todos, claro, lo hacen con la mejor buena fe del mundo, y la verdad es que mis compañeros de reparto me han ayudado muchísirno". Pero el. lío del que habla Fabuel proviene también de otra circunstancia que su perspicacia no deja pasar por alto: el hecho de que en los conservatorios de música siempre se preparan los papeles protagonistas, los de los personajes positivos, y nunca se repara en los otros, en los "patitos feos", como ella les llama, y en cuya categoría entra de pleno Lisetta.

No existía en la familia Fabuel tradición musical alguna. A los siete años Gloria entró en el Conservatorio de Valencia para estudiar piano, carrera que ternimó recientemente ("al cantante siempre se le achaca el no ser músico: me pareci que ya está bien"). A los 13 años se matriculó en canto y estudió con Carnien Martínez Lluna, la misma profesora que tuvo Enedin-a Lloris, su hermana de ficción en este Matrimonio.

Posteriormente ganó varios concursos, entre ellos el Julián Gayarre, de Pamplona, donde Andreu la descubrió. Ahora asegura que quiere dar por cerrada esa época, que ya no quiere competir más, sino trabajar tranquilamente. Sabe que le conviene el repertorio lírico-Iigero: "Aunque mi tipo parece adecuado para papeles cómicos, yo me siento atraída por los personajes dramáticos. Si no fuera cantante, no me importaría ser actriz de teatro".

De nuevo, a este respecto, no ahorra sus meditadas críticas hacia el sistema de enseñanza musical establecido: "Existen profesores de técnica vocal y también de repertorio, pero nadie te enseña a comportarte correctamente sobre la escena. Eso es fatal". Lo es, aunque para unos menos que para otros. Y ella, que pasea su menuda figura por las tablas del Liceo como si no hubiera hecho otra cosa en toda su vida, forma parte del grupo de los privilegiados.