Cine clásico sobre todo

El plato fuerte de TVE para este Viernes Santo (cuya programación completan Estirpe de dragón, un melodrama célebre en su día, ambientado en China y con una improbable Katharine Hepburn china; Maratón de otoño, producción soviética de trazos costumbristas y pasablemente desasosegadora, y La viudita naviera, que es Paquita Rico en trance sentimental, con Arturo Fernández) se quiere que sea Hyos de un dios menor, ese drama que le reportó el oscar a la sordomuda Marlee Matlin, una lacrimógena historia de amor condenada a triunfar sobre los burdos sentimentalismos que hoy invaden las plateas del mundo entero. La típica película en que todo es irreprochable, los actores, la luz, la música y la ambientación; todo, excepto la propia película, tramposa, tópica y ruin.Lo mejor de este fin de semana hay que buscarlo en Filmoteca TV, el sábado, aunque es película dura, sin concesiones a la galería y, por tanto, minoritaria: El camino de la serpiente, un intenso ¿rama del cineasta sueco Bo Widerberg reciente (1986) e inédito en nuestras pantallas. Como siempre, Widerberg toca la llaga de su sociedad a través de pequeñas anécdotas cotidianas, historias particulares, intimistas, expuestas con sobrecogedora naturalidad y aparente espontaneidad.De carácter más lúdico es el resto de los filmes del sábado: un musical clásico con Astaire -y eso que no es uno de sus mejores filmes-, La bella de Nueva York, un no menos clásico y encantador filme de aventuras marítimas, El cisne negro, con un lustroso Tyrone Power al frente de un apetitoso reparto, y un melodrama, El ángel negro, tan clásico como los dos en este párrafo citados, con Margaret Sullivan y James Stewart otorgando el valor artístico requerido.