Ramón Mendoza: "He estado dos días al borde del desmayo"

"Ésta es la semana más feliz de mi vida, pero también la que más he sufrido", declaró Ramón Mendoza, el presidente del Madrid, tras finalizar el partido. "Ha habido momentos en que lo he pasado francamente mal. Entre lo que sufrí en el baloncesto, el martes en Atenas, y esto, he estado dos días al borde del desmayo. Pero el Real Madrid tiene unos grandes jugadores que han sido capaces de contrarrestar a los idus de marzo".

Mendoza, que es un hombre muy supersticioso, temía el 15 de marzo, fecha en la que según la tradición empieza una época que suele relacionarse con el peligro, según el calendario romano. Por ello Mendoza utilizó ayer todas sus armas secretas. En el bolsillo derecho de la chaqueta del presidente estaba ayer, como siempre, una estampita de Santa Gemma que le regaló doña María, la viuda de Bernabéu. Esa es su mayor reliquia.Sus hombres amuleto también respondieron ala llamada de auxilio en el palco del Bernabéu. José Luis Corcuera, ministro de Interior, reconoció que Mendoza le invita al palco de honor porque le da suerte: "Sí, la verdad es que creo que nunca he visto perder al Madrid. Pero también puedo decir que pocas veces en mi vida he sufrido tanto como hoy, y eso que soy del Athlétic de Bilbao". Jorge Semprún, ministro de Cultura, está, según Mendoza, en fase experimental. Los directivos del club blanco le dicen en broma que todavía no saben si da suerte o no: "Bueno, es que yo no suelo venir al fútbol. Además, he de reconocer que durante mucho tiempo el Real Madrid era el equipo del régimen y estaba mal visto. Ahora, con la democracia, todo ha cambiado. La prueba es que estoy aquí".

"Aunque sea el ministro de Justicia", confesó Enrique Múgica, "quería que ganara el Madrid, aunque fuera una injusticia". Múgica aclaró rápidamente que su equipo es la Real Sociedad, "que por cierto ganará al Stuttgart. Pero espero no sufrir tanto".

El tabaco y Durán

Durante los primeros 45 minutos no se oía nada en el palco del Bernabéu, donde el silencio era sepulcral. En la segunda parte, se acabó el tabaco. Alguien gritó: "Un chicle, por favor". Mendoza abrió entonces la segunda cajetilla de tabaco. Antes del inicio de la prórroga, el presidente se fue corriendo al lavabo: "Estoy muy nervioso", dijo.

Miguel Durán, presidente de la Organización Nacional de Ciegos (ONCE), tranquilizaba a todos con humor. "Lo mío es peor. Yo no veo nada, solo os oigo gritar". Al final, Durán reconoció que, aunque no vio los goles, disfrutó con el ambiente y aseguró que volvería. Cerca de Miguel Durán estaba sentado en el palco Javier De la Rosa, el hombre de KIO en España. De la Rosa venía de una reunión de Cartera Central: "Y yo que venía a relajarme viendo el partido. ¡Lo que he sufrido!" Aunque es un secreto celosamente guardado, tanto como otros muchos del grupo kuwaití, De la Rosa, a pesar de ser catalán, es simpatizante del Madrid.

José María Rodríguez Colorado, director general de la Policía, voló desde Barcelona para asistir al partido. "Para no perderme el encuentro, he comido en un hotel cerca del aeropuerto, y ha dado la casualidad de que allí estaba concentrado el Barcelona". Tanto él como los encargados de la seguridad se mostraron satisfechos del funcionamiento del plan, el más complejo jamás instalado en el Bernabéu. 900 hombres velaron por el orden público, sólo alterado por algunos seguidores situados en el fondo sur. Uno de ellos fue trasladado a los servicios médicos.