Gil llega a un acuerdo con Clemente para que entrene al Atlético durante la próxima temporada

Javier Clemente llegó ayer a un acuerdo con el Atlético de Madrid para entrenar a su equipo durante la próxima temporada. El técnico, destituido hace 15 días en el Español, no cobrará primas, pero sí importantes premios por los títulos que consiga y más de 55 millones de ficha. Clemente manifestó no haber tenido oferta alguna del Real Madrid, aunque señaló que una persona de su confianza le dijo que tenía posibilidades de dirigir a este equipo, por lo que le pidió un plazo de espera que no ha respetado por la exigencia de una respuesta inmediata al presidente del Atlético, Jesús Gil.

Gil indicó que el pasado jueves, fecha en que Clemente viajó a Madrid, un intermediario se ofreció a realizar las negociaciones de su fichaje, lo que rechazó el presidente del Atlético, partidario del contacto directo. Una persona de confianza del técnico le comentó entonces que tenía posibilidades de fichar por el Madrid, pero le pidió cierto compás de espera, a lo que accedió Clemente, cuyo sueño era entrenar al Madrid. "Si el club madridista convocase exámenes, yo me presentaría", dijo. Gil, por su parte, dio por hecho este fichaje el pasado viernes a sus máximos colaboradores y el lunes a algunos de sus jugadores.Clemente comentó que, después de salir del Español, ha recibido dos ofertas, la del Sevilla y la del Atlético. "Han sido iguales, pero me he decantado por la segunda por el equipo y por la ciudad. No he tenido oferta alguna del Madrid. Un amigo me dijo que tenía posibilidades de entrenar al equipo madridista, pero ninguno de sus dirigentes me ha llamado ni me ha hablado de esas posibilidades. He pensado entonces que no les intereso. No es una frustración", expuso.

Clemente indicó que su acuerdo con el Atlético está escrito y firmado, "aunque hubiera bastado la palabra". Señaló que su contrato no puede ser formalizado hasta el próximo mes de julio, cuando el club tramite su licencia federativa. "Se ha hablado de una sola temporada. Después vendrá la segunda", dijo Clemente en tono jocoso. No quiso hablar de cifras: "La primera temporada siempre soy barato. Después me convierto en caro".

El nuevo técnico del Atlético aseguré: "Entro en un club de mucho prestigio. En mis ocho años de profesional, siempre que he me he enfrentado al Atlético he tenido prima doble. Aportaré trabajo y haré rendir al equipo. Se puede ser campeón con el Atlético y para ello hay que intentarlo". Manifestó que no tiene mucha idea del equipo. "Le conozco por los tres partidos en que esta temporada me he enfrentado a él. Sé los nombres de sus jugadores, pero tengo que ver el juego que da cada uno de ellos". El técnico señaló que, a partir de ahora, se dedicará a presenciar todos los partidos del Atlético y observar a jugadores que puedan interesar al equipo.

También desconoce cuál vaya a ser su grupo de colaboradores. Gil señaló que Addison, al que consideró un caballero, seguirá en el club hasta el final de esta temporada, aunque los resultados serán decisivos para ello. "No vengo a estorbar a Addison", confesó Clemente. "También voy a ver a otros equipos y si me piden opinión, la daré", recalcó.

Gil, que niega haber contratado a Clemente para salvar la temporada, manifestó: "Creo en el destino de las personas y éste nos ha unido. Los dos somos piscis. Hace temporada y media ya intenté contratarle, por lo que estuve dispuesto a pagar una elevada prima de fichaje. Antes o después tengo que ganar un título como presidente de este club. Clemente es un gran reactivo para la afición".

El presidente del club madrileño añadió: "El Atlético va a tratar de hacer el mejor equipo de España, está saneando su economía y el cóctel Gil-Clemente, por cuyo futuro muchos se preguntarán, va a proporcionar muchas sorpresas porque somos inteligentes".

La subaata, anulada

Gil anunció, además, la anulación de la subasta de trofeos y bienes de club, por impago de deudas a la Seguridad Social, prevista para el próximo jueves: "He legado a un acuerdo para pagar los 218 millones de pesetas de deudas del club con la Segridad Social hasta el 31 de diciembre de 1988. Hoy pagaré de mi bolsillo 50 millones. Y el resto en un plan de amortización de cinco años".