El Barcelona, semifinalista de la Copa de Europa

El Barcelona actuó con más inteligencia que el TSKA de Moscú en un partido en el que el factor esencial que decantó la victoria fue la solución que aplicaron sus respectivos entrenadores, Aito García Reneses y Sergei Belov, ante el cúmulo de ausencias y rémoras que tuvieron que afrontar. Ambos equipos echaron mano de sus recursos para paliar las ausencias de Norris, Jiménez, Pankraskin y Lopatov y las malas condiciones en que actuaron Crespo y Tarakanov.El Barcelona, a pesar de las ausencias, necesitaba de la victoria para rearmarse moralmente tras sus cuatro últimas derrotas ante el Joventut, el Aris y el Madrid, en dos ocasiones, y clasificarse ya matemáticamente para las semifinales y para mantener su liderato en la liguilla de los cuartos de final. García Reneses dispuso de pocas opciones para plantear su estrategia. Su equipo tuvo que depender, como hizo durante muchos años y antes de que él llegara al banquillo, de la inspiración de sus jugadores exteriores de forma casi exclusiva Una dependencia que Solozábal, Epi y Sibilio conocen de memoria. Anoche estuvieron acertados y, además, muy bien apoyados por Waiters y Abad que asumieron un papel menos brillante, que les obligaba a dejarse el alma en la lucha por cada rebote.

El contraataque, la transición rápida y la ayuda a los PIL vots haciendo una defensa muy cerrada fueron la premisa fundamental en los primeros minutos, en los que el Barcelona se disparó en el marcador: 26-15. El TSKA cometió numerosos errores, el primero: salir con un equipo muy alto, poco rápido y que, por si fuera poco, no cerraba el rebote en la defensa y apenas cogía alguno en el ataque como sucedió a lo largo de todo el partido.

Otros resultados: Nashua den Bosch, 83; Jugoplastika Split, 88. Limoges, 92, Scavolini Pesaro, 84. Aris Salánica, 90; Maccabi Tel Aviv, 102.

Por otra parte, el Vismara Cantú y el Partizán de Belgrado se clasificaron para la final de la Copa Korac tras eliminar respectivamente al Philips Milán y el Zadar.