Las lágrimas de Manuel Fraga
A Manuel Fraga se le quebró la voz mientras presentaba al Congreso la candidatura que ha compuesto para dirigir el Partido Popular. "Ofrecernos a la sociedad española cuanto tenemos, hasta lo más cordialmente sentido y vivido: hasta nuestro limpio nombre...", decía Fraga, y al pronunciar esas palabras inició el gesto de llevarse una mano al rostro para enjugar las lágrimas que pugnaban por asomar.Consciente del poco entusiasmo que el cambio de nombre ha suscitado entre las bases de AP -y que sale adelante por la autoridad personal de Fraga-, todo el Congreso se puso en pie y aplaudió al líder, que presentaba la renuncia a la denominación Alianza Popular como una suerte de sacrificio por la patria. "No hemos luchado nunca para nosotros, sino para España", aseguró.
El líder defendió la candidatura con argumentos genéricos y sin descender a detalles, sin duda inconvenientes para la sensibilidad de la vieja guardia de AP, así como del sector que ha seguido al defenestrado Antonio Hernández Mancha y del núcleo clásico de seguidores de Fraga. "Cuajado de nombres ilustres y probados, os presento, sobre todo, un equipo para el esfuerzo y espero que para la victoria", les dijo a los compromisarios al pedirles el voto para los 43 miembros del Comité Ejecutivo y las 10 personas de la Junta Nacional que son elegidas directamente a través del Congreso.
Esta confianza en el triunfo fue explicada por Fraga en el contexto de lo que calificó como una empresa importante: la consolidación y refundacion de una gran fuerza política nacional, pieza clave de la alternativa al fracasado experimento socialista", en la búsqueda de "una mayoría natural de ciudadanos, abierta y flexible".
Candidatura de equilibrio
El equipo de] que Fraga se ha rodeado para esta nueva etapa es un intento de equilibrio entre las diversas familias de Alianza Popular y las incorporaciones procedentes de otros sectores. Salvo Abel Matutes, que repite cargo, los otros cinco vicepresidentes son nuevos en ese nivel de responsabilidad y en ellos se reconocen a tres estrechos colaboradores de Fraga: José María Aznar, Félix Pastor e Isabel Tocino. Junto a ellos, una figura tan importante como distante de la parafernalia del Congreso, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, y el representante del sector democristiano, Marcelino Oreja, configurado de momento como el líder electoral del partido ante los comicios europeos del próximo mes de junio.
Todo el equipo de secretarios generales es nuevo y enteramente fraguista: Francisco Álvarez Cascos, Federico Trillo, Juan José Lucas y Rodrigo Rato. Alberto Ruiz Gallardón ha caído desde la vicepresidencia que ostentaba antes hasta la presidencia del Comité de Conflictos y Disciplina.
Políticos de reciente incorporación al partido, como José Luis Álvarez, Rodolfo Martín Villa y José Manuel Otero tienen entrada en el Comité Ejecutivo corno vocales.
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