El fiscal pide seis años para la ex médica de la cárcel de Herrera

JOSÉ LUIS MURCIA El juicio contra la ex médica de la prisión de Herrera de la Mancha Nuria Castro de Pedro, como presunta autora de un delito de imprudencia temeraria que costó la vida al preso etarra Joseba Asensio Artaraz, el 8 de junio de 1986, se inició ayer en Ciudad Real. El fiscal pide seis años de cárcel para la procesada. La vista fue aplazada el pasado 13 de octubre por incomparecencia, debido a los numerosos traslados de que fueron objeto aquellos días los reclusos de ETA citados como testigos.

Nuria Castro insistió ayer en sus declaraciones en que el día 30 de mayo -nueve días antes de producirse el óbito de Asensio-, prescribió a éste un medicamento apropiado para combatir el catarro banal que tenía y dijo estar segura de que la muerte del preso no se debió a un proceso tuberculoso, tal como afirman los forenses en su informe.

El fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Ciudad Real, José Sena, que solicita para la procesada una pena de seis años de prisión, preguntó a ésta si, con el hecho de haber anotado en el libro de consulta sólo el nombre del enfermo y el medicamento recetado, no había faltado al acuerdo de la junta de rágimen interior de la cárcel que dice expresamente que se haga constar el diagnóstico y tratamiento prescritos en cada caso, a lo que la procesada respondió que no.

Medios escasos

La doctora de Herrera de la Mancha recalcó que los medios con que contaba en la prisión eran escasos y dijo que, por ejemplo, el aparato de radioscopia no funcionaba. Nuria Castro indicó, no obstante, que cualquier interno que lo solicitase podía ser visitado por un médico de la calle y en aquella época, el doctor Letamendía, especialista en pulmón y corazón, reconoció a todos los presos que voluntariamente se inscribieron, "lo que no hizo el señor Asensio", dijo.

De los seis presos etarras que ayer prestaron declaración como testigos, lo más relevante lo indicó Fernando Arburúa, ATS de profesión que, junto a otros compañeros, presentó denuncia por la situación sanitaria de Herrera que, a juicio de ellos, determinó la muerte de Joseba Asensio. Arburúa dijo que cuando éste murió, en la prisión no había ningún médico y tardó bastante tiempo en llegar. Calíficó a la procesada de incompetente para desempeñar el cargo, "ya que nunca decía al enfermo lo que tenía y que tratamiento le iba a prescribir". Tanto Arburúa como Antonio García del Molino, que declaró a continuación, señalaron que el fallecido fue tratado en 1982, cuando esta en la prisión de Carabanchel, de una pleuresía.

Mero acto burocrático

Olga Muñoz, la otra médica de Herrera, señaló que el día 11 de marzo vio a Asensio y le prescribió un análisis del que no se desprendía que padeciera un cuadro tuberculoso o grave.

Poco antes de iniciarse la vista oral, miembros de las gestoras proamnistía y de la izquierda abertzale hicieron ondear en la calle varias ikurriñas y desplegaron una pancarta con la inscripción: "No a las cárceles de exterminio del PSOE".

La acusación particular, representada por el letrado abertzale José María Elosúa, solicita una pena de ocho años de prisión para la procesada, mientras su defensor, Luis Rodríguez Ramos, pide la libre absolución de la doctora.

Los doctores Vidal Salinas, Jesús Martín Tabernero y José Chacón, que efectuaron la autopsia al cadáver del etarra Joseba Asensio, señalaron ayer en el curso de su infonne que la muerte debió producirse como consecuencia de un shock séptico fulminante o una insuficiencia respiratoria aguda por neumonía de ambos pulmones o un proceso mixto. Los forenses indicaron que el fallecido tenía el pulmón izquierdo retraido y atrófico y el derecho con un proceso neumónico.

A preguntas del ministerio fiscal, los tres doctores indicaron que cuando la médica de Herrera de la Mancha reconoció a Asensio el día 30 de mayo, con los síntomas que éste presentaba, debió enviarle al especialista.