La 'otra Liga' del Real Madrid y el Barcelona

La disputa por el título de Liga, limitada a los dos grandes, Real Madrid y Barcelona, ofrece curiosos aspectos si se comparan las actuaciones de ambos. La impresión de que el Real Madrid resuelve al final de los partidos es una evidencia estadística, a la vista de que el 67% de los goles que ha marcado durante la primera vuelta del campeonato se han conseguido en la última media hora de juego. El Barcelona es más homogéneo, pues divide por la mitad sus goles entre la primera mitad y la segunda, pero sus rivales apenas le marcan goles en la segunda parte.

Que el Real Madrid y el Barcelona disputan una Liga particular tiene su mejor demostración en la clasificación, que señala la misma diferencia de puntos, 10, entre el líder y el tercero, en este caso el Atlético de Madrid, que entre el tercero y el antepenúltimo, en este caso el Betis. La eficacia (puntos por jornada) del Madrid (84,2%) y del Barcelona (78,9%) es tan alta que no puede hablarse sino de una gran desigualdad entre ellos y el resto. Ambos, también, han ganado el mismo número de partidos (13). Pero hasta aquí las similitudes: mientras el Real Madrid ha marcado en todos los partidos y no conoce la derrota, el Barcelona no marcó ante el Valladolid y sufrió dos derrotas, ante Athlétic de Bilbao (3-2) y ante Real Madrid (3-2).El Real Madrid ha institucionalizado, con la fuerza que dan las estadísticas, un hecho aparentemente anecdótico como es el de que ha resuelto algunos encuentros (4) marcando en el último minuto. Tras cerrarse la primera vuelta del campeonato, su perfil demuestra que los hombres de Beenhakker han marcado el 67% de sus goles en la última media hora de partido. Es este quizás el dato más llamativo y deja, por su evidencia estadística, de ser mera anécdota.

El Barcelona, por el contrario, tiene un perfil casi simétrico, como simetría presentan algunas de sus cifras. Por ejemplo, que divide casi exactamente el número de sus goles entre la primera y la segunda parte. En el perfil que representa el cuadro se observa cómo su actuación goleadora tiene sus puntos sobresalientes en los segundos tercios de cada tiempo. Pero siendo un tanto armonioso su funcionamiento goleador, donde más sobresale su eficacia es con relación a la actuación de sus rivales. Puede afirmarse que, en términos generales, los rivales del Barcelona apenas consiguen hacer algo notable en los segundos tiempos. Quizás, por ello, pueda decirse como conclusión que al equipo azulgrana no le hace falta el estirón final del que hace gala el Real Madrid. De los 14 goles, que ha encajado, a un promedio de 0,7 por partido, sólo cuatro se han producido en la reanudación.

Y es que en el caso madridista hay que destacar que, a pesar de que su actuación más brillante coincide ampliamente con la última media hora de juego, sus rivales tienen en ese período un comportamiento igualmente activo. Este hecho puede interpretarse como producto del riesgo que supone para el Madrid dedicarse a una acción plenamente ofensiva y que está justificado por las dificultades que ha atravesado en los partidos que ha disputado en el Bernabéu donde equipos realmente modestos han logrado ir por delante e incluso marcar más de un gol. De los 20 goles que ha encajado (a un promedio de 1,05 por partido), 12 los han obtenido sus rivales en la segunda parte.

Curiosamente, sólo en el caso del Real Madrid la línea de goles a favor y la línea de goles en contra se solapan en la primera parte, lo que quiere decir que el Real Madrid se ha visto obligado en más ocasiones a remontar un resultado. La simetría azulgrana se puede interpretar en términos generales como si afrontara los primeros tiempos como una fase de tanteo para desgastar a su rival y usara de la segunda parte para marcar la diferencia. En el Real Madrid, lo que parece primar es un esfuerzo final por resolver lo que no se ha arreglado con anterioridad. Ambas conclusiones gráficas parecen coincidir con la imagen que están desarrollando ambos equipos en sus últimos encuentros.