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Ricardo López

Un emigrante gallego, diputado en el Parlamento de Canadá

De los 295 diputados del nuevo Parlamento federal canadiense elegido el pasado 21 de noviembre, el representante por el condado de Chateauguay, en los alrededores de Montreal, es el tory Ricardo López, un emigrante gallego que llegó a Canadá hace 24 años y que se lanzó a la política luego de triunfar en los negocios y controlar empresas que empleaban a 1.500 trabajadores. López, que repitió la victoria con el Partido Conservador Progresista que ya había conseguido en 1984, es el único diputado de origen hispano en un país como Canadá, formado por un vasto mosaico de corrientes migratorias.

López tiene una máxima que ha seguido fielmente desde que era joven y se propuso abandonar la aldea coruñesa de Cabrui, cerca de Santiago. "Si los demás lo hacen, tú también puedes hacerlo". Y con esa filosofía fue con tratado en trabajos que minutos antes había visto cómo los hacían otros. Y viendo cómo lo hacían sus patronos de empresas inmobiliarias y de seguridad López acabó montando sus propios negocios inmobiliarios y de seguridad. Y haciendo campaña para un diputado liberal canadiense aprendió cómo él también podía llegar a diputado aunque tuviera que cambiar de partido.López y su esposa, Susana, gallega pontevedresa de El Grove, llegaron a Montreal un frío invierno de 1964, con un hijo de corta edad. Iban a la tierra prometida, como entonces se consideraba a Canadá en medios de la emigración europea. Los comienzos fueron muy duros. Recién llegado, los servicios de emigración le dijeron que no tenía el trabajo que le habían prometido, y le ofrecieron una asignación semanal de 50 dólares a cargo de la Seguridad Social hasta que le encontraran un empleo. Pero López rechazó esa ayuda. y, según salió de las oficinas, se dirigió al primer restaurante que encontró, donde pidió trabajo y comenzó a fregar platos, con un sueldo semanal de 35 dólares.

Su carácter indómito le impidió desanimarse. Y siguió cambiando de trabajos y mejorando su situación, subiendo peldaños poco a poco hasta llegar a la aventura y el éxito empresarial y político. Por medio, a los 26 años, cursó Derecho, simultaneanclo los estudios con un trabajo nocturno.

Desde que a sus 15 año abandonó su aldea en Galicia Ricardo López estuvo en muchos sitios y en muchos trabajos. Fue minero en Asturias y en Bélgica, vendió máquinas de escribir en Uruguay y estuvo dando vueltas hasta que se estabilizó como chófer del conde Rosmorduc, un ex general belga que luchó en la II Guerra Mundial junto al general De Gaulle.

El diputado Ricardo López tiene fama de polémico y sus oponentes sacaron punta durante la pasada campaña electoral a algunas de sus intervenciones políticas. Como, por ejemplo, sus propuestas para. reunir a todos los indios canadienses para que vivan en la península del Labrador. O cuando propuso un sueldo para las amas de casa, "que trabajan mucho más que cualquier trabajador". O cuando propuso ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York el desarme de todos los ejércitos mundiales, como mejor fórmula para acabar con las guerras.

Sus críticos dentro del Partido Conservador Progresista intentaron moverle el escaño para la reelección. Pero él les plantó cara y amenazó con presentarse como independiente. Finalmente intervino el líder del partido, el primer ministro Brian Mulroney, en favor de López.

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