Luis Ramallo,
portavoz adjunto de Alianza Popular, se encontró el viernes pasado con una desagradable sorpresa al acudir a la oficina bancaria del Congreso para ingresar el importe del segundo plazo -algo más de 300.000 pesetas- de sus impuestos por la declaración de la renta, sin darse cuenta que el plazo había vencido ya. Ramallo miró su agenda, con múltiples anotaciones de fechas para presentar iniciativas parlamentarias, y se dio cuenta del error. Se manifestó resignado, "como cualquier ciudadano", a pagar el recargo legal, pero aprovechó para arremeter contra los poderes públicos. "Pilar Miró dispone de un dinero público durante años, lo devuelve cuando quiere y sin recargo, y a mí me va a costar más de 40.000 pesetas".
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