El futuro de la radiodifusión

El principio general de que el oyente y el televidente deben tener mayores opciones mediante una multiplicidad de canales, programación y métodos de pago merece una bienvenida,La condición de mercado libre manejado por los consumidores es mayor en el caso de la radiodifusión que en el de las judías en lata o en el de las vacaciones en grupo, porque ello afecta a la libertad de expresión y a la creación artística. El reparto de canales comerciales de radiodifusión por una oferta competitiva está totalmente justificado. El proyecto gubernamental acepta prudentemente la necesidad de criterios comunes en cuanto a suscripción o recepción por cable o satélite, de tal forma que el receptor no se quede perplejo ante un equipo incompatible. El debate de la radiodifusión se ha confundido con la creencia de que el objetivo, es producir una buena radiodifusión como la definen las compañías radiodifusoras.

Uno puede decir muy bien que el objeto de una editorial era producir libros que fueran atractivos para vendedores o autores. Un argumento para'el intervencionismo gubernamental es lo que los economistas llaman "el problema de los intereses públicos".

Estas razones justifican el que exista una mezcla de publicidad, televisión pagada, así como cier, ta financiación a través de impuestos. Es dudoso que el Gobierno haya conseguido la combinación perfecta.

, 8 de noviembre