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No hay salida

La directiva del Athlétic de Bilbao, sin soluciones para la grave crisis del equipo

Santiago Segurola

El Athlétic tiene cerradas todas las salidas a una crisis que ha provocado la indignación de la afición bilbaína. La hinchada vive estas horas con el dramatismo que se supone en una ciudad que ha elevado el fútbol a la categoría de religión.Los periódicos publican cartas encendidas contra los rectores del club y el entrenador; las emisoras gastan sus horas en encuestas callejeras; los cafés y bares acogen discusiones sin fin sobre el destino de un equipo que ha perdido los últimos cinco partidos. La incapacidad paraofrecer alternativas al desastre se reflejaba ayer físicamente: los jugadores habían tomado dos días de vacaciones, el presidente se tomaba el día libre, el gerente no se encontraba en la sede del club y Kendall meditaba a solas la magnitud del cataclismo.

El mes de octubre ha sido ne fasto para el Athlétic. En la Liga, ha perdido en Elche (2-0) y Pamplona (1 -0), y en San Ma més ante el Valencia (1-2) y el Spórting de Gijón (1-4). En la Copa de la UEFA, cayó en Tu rín frente a la Juventus (5-1). Todos los elementos de esta situación indican que la capacidad de maniobra del presidente Pedro Aurtenetxe es prácticamente nula. El martes, en Turín, el presidente ahogó cualquier posibilidad de salida a la crisis En la víspera del partido frente a la Juventus unió definitiva mente su destino al de Kendall que horas antes anunciaba sus negociaciones con el Newcastle e incluso llegaba a pactar con los periodistas la fecha del 2 de noviembre como la más idónea para una cena de despedida. La postura de Kendall causó estu por en Bilbao. El técnico inglés contribuía a la desestabilización en el momento más insospechado, cuando su trabajo no debía ser otro que conducir con prudencia y sensibilidad a un equipo deshecho por las lesiones, la juventud de sus hombres y la sucesión de derrotas.

Errores

Aurtenetxe rogó a Kendall que se quedara en Bilbao, e incluso consideró un éxito la negociación que desembocó en la permanencia del británico en el Athlétic. A la luz de lo ocurrido frente al Gijón, la decisión de Aurtenetxe puede volverse contra él. A estas alturas, el presidente no está en condiciones de deshacerse de un técnico al que ha suplicado su continuidad. Por lo demás, el equipo está aún más hundido. Los tres lesiones, Aguirre, Garitano y Salinas, tardarán varios meses en retornar a una escuadra fracturada en su línea media, limitadísima en ataque y dependiente de jugadores casi juveniles.

El hundimiento es consecuencia de la gestión de una directiva que se ha desprendido o no ha querido retener a jugadores de probada calidad. La crisis que generó el cese de Clemente como entrenador culminó con la liquidación inmediata de un equipo que había conseguido dos campeonatos de Liga y una Copa del Rey. Nueve de aquellos futbolistas juegan en Primera División, y dos de ellos -Zubizarreta y Julio Salinas- son indiscutibles internacionales. Nada estaba preparado en el Atlétic para suplantar a aquel equipo, principalmente porque la supervivencia de este club depende casi exclusivamente de la lenta y minuciosa transmisión de poderes entre las sucesivas generaciones de futbolistas. Cualquier atentado a esta regla provocará el derrumbamiento. Y en esas está el Athlétic ahora.

La contratación de Kendall, un entrenador de enorme prestigio, se anunció como el desencadenante de una nueva era enel Athlétic. Aurtenetxe se encargó personalmente de contactar y negociar el fichaje del británico. Su llegada se interpretó como un éxito del presidente, capaz de hacerse con los servicios del entrenador más reputado del fútbol europeo y, a la vez, cerrar una crisis sangrienta. Sin embargo, las deficiencias estructurales del Athlétic y la mala gestión han provocado conflictos pintorescos. Durante el verano, el Athlétic intentó trocar a Biurrun por Julio Salinas. La operación se saldó con el fichaje de Salinas por el Barcelona y el aumento de la ficha de Biurun, que amenazó con dejar Bilbao. Al comienzo de esta Liga, se fichó a Núñez, un defensa de 30 años que había recalado hace varias temporadas en el Murcia. El monto total del fichaje se acercó a los 45 millones de pesetas. Nuñez sólo ha jugado unos minutos enla Liga, y el entrenador no requiere su presencia ni en los desastrosos momentos actuales que vive el equipo.

La crisis afecta a todos los sectores del club. Las relaciones entre el entrenador y los jugadores están muy deterioradas. El equipo no acierta a comprender la reacción de Kendall en vísperas de un partido tan decisivo como el de Turín. Mucho menos se aceptan las represalias de Kendall, que hace una semana amenazó con recurrir a jugadores del Bilbao Athlétic. Todo indica que Kendall vislumbró el inminente caos y no pudo superar la sensación de pánico. En la plantilla y en algunas personas que se mueven en las inmediaciones de la dirección técnica del Athlétic, se interpretan estas reacciones como una falta de responsabilidad y entereza por parte del técnico inglés.

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