Ballesteros y Lyle, líderes tras la primera jornada del Masters

Severiano Ballesteros y el escocés Sandy Lyle, los dos mejores golfistas europeos, comparten el liderato del Volvo Masters con 68 golpes, cuatro bajo par, tras el primer recorrido. A las dificultades del campo de Valderrama (Sotogrande, Cádiz), de estilo norteamericano, se unió ayer el viento cambiante, y sólo otros dos jugadores, el inglés Roger Chapman y el sueco Ove Sellberg, con 71, terminaron bajo par.

A Ballesteros le acompañaban en su partido Mark McNulty y Rodger Davis, tan buenos como peculiares. El primero reside en Johanesburgo y ha constado en algunos documentos oficiales de la Asociación Profesional (PGA) europea como surafricano, pero el detalle de haber nacido en Zimbabue le permite cruzar fronteras deportivas que, como la española, están cerradas para aquéllos. El segundo es un australiano que en su visera lleva la publicidad de una marca de palos y en sus calcetines luce la suya propia, ya que se los coloca sobre los pantalones para que se vean bien sus rombos, en los que en vertical se lee Rodgers, por la izquierda, y Davis, por la derecha.Ninguno de ellos pudo mantener esta vez el ritmo del cántabro. A McNulty se le ocurrió flirtear con los árboles y en el hoyo 5 su pelota ligó de lleno con la rama de uno, lo que le costó su primer bogey. Davis se entregó al vicio del tabaco a medida que su bola le gastaba jugarretas: una calada, cigarrilo al green, putter en acción y espinazo doblado para recoger la colilla, apurarla y arrojarla al camino, no fuera a ser que alguien le llamara la atención.

Ballesteros

Ballesteros, por supuesto, sí que la llamó, pero por la calidad de su juego. Se llevó un buen susto en el 3, un par tres de 156 metros, cuando su golpe de salida hizo que la pelota restallase secamente contra la dura ladera que bordea el green y fuera despedida con tanta potencia como para que pareciese destinada a rodar muy lejos por un desnivel contiguo de casi 45 grados. Por fortuna para él, la espesura de la hierba del antegreen la detuvo a palmos del abismo y, en consecuencia, evitó el paso atrás. Aliviado, ya lo dio hacia adelante en el 4 con su primer birdie, y en el 7 empezó a coleccionar grandes ovaciones con el segundo, conseguido después de sacar la bola de un bunker con tal efecto que botó a unos cuatro metros de la bandera y, de inmediato, retrocedió hasta quedarse a menos de uno.Sus cinco birdies posteriores, en el 8, 11, 13, 14 y 17, apenas recortados por sus bogeys en el 10 y 15, le habrían concedido la mejor tarjeta del día de no ser porque cerró su vuelta con un nuevo bogey en el 18, en el que falló un putt a dos metros y medio. A Severiano, sin embargo, no le contrarió en exceso este error.

Lyle no ha acudido a Sotogrande a divertirse, por descontado, sino a ganar. La fórmula que ha aplicado para intentar alcanzar su objetivo ha sido muy sencilla: "He nadado mucho, y, así, mis músculos no están tan tensos". Ayer, desde luego, no lo estuvieron en los hoyos finales, en los que logró igualar a Ballesteros.

Clasificación: 1º Ballesteros y Lyle, 68 golpes. 3º Chapman y Sellberg, 71. 5º Baker (Inglaterra) y Torrance (Escocia), 72. Otros: Faldo (Inglaterra) y Piñero, 74; Woosnam (Gales) y Anglada, 75; Cañizares, 76; Rivero y Calero, 77; Olazábal y Garrido, 78.