'El diablo dijo no' ironía y comprensión
El ciclo dedicado a Ernst Lubitsch, del que ya sólo restan tres títulos por ofrecer, inicia hoy su recta final con la programación de El diablo dijo no (Heaven can wait), realizada en 1943 para la Fox en technicolor. Esta producción fue para Lubitsch la primera vez en la que el realizador completaba un filme en colores, y los empleó dramáticamente con tanto acierto que recibió el aplauso de Griffith.Su guión se basa en la obra Cumpleaños, del húngaro Laszlo Bus-Fakede, ampliada convenientemente por el feliz y habitual colaborador de Lubitsch Samson Raphaelson. La película puede ser considerada como testamento y resumen de toda su filosofía fílmica. Aunque conserva con vigor y madurez todos los elementos propios de su toque inigualable, el realizador, sin renunciar a la ironía, trata a todos los personajes, sin excepción, con gran ternura y comprensión, algo que enriquece de forma especial el filme.
El argumento de El diablo dijo no, situado a finales del pasado siglo, nos permite asistir, a lo largo de tres generaciones, a las peripecias vitales de un seductor recalcitrante cuya acción se desarrolla en Nueva York, en Kansas y ante las mismísimas puertas del infierno, combinando la fantasía y la comedia.
Don Ameche, entonces en su plenitud de galán, algunas de cuyas últimas apariciones destacables han sido en Cocoon y Entre pillos anda el juego, tiene adecuada réplica en la belleza delicada de Gene Tierney, resaltada por el technicolor, y en el aristocrático diablo -su excelencia-, Laird Cregar, en este exquisito, hilarante e intencionado ejemplo del arte de Lubitsch.
El diablo dijo no se emite emite hoy, por TVE-2, a las 21.20.
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