Lluís Comas

Es el único representante español en el campeonato del mundo de ajedrez que se celebra estos días en Adelaida (Australia). Lluís Comas, de 17 años, es el actual campeón de España en la categoría juvenil. Consiguió el título el 6 de agosto en Melilla, y ya en 1984, con sólo 13 años, estuvo en Argentina para traerse a España el campeonato mundial infantil, pero ahora, en Adelaida, "la lucha será superior, y mis posibilidades son escasas", confiesa con una cierta preocupación. En su pueblo, Santa Eugenia de Berga, pasa horas delante del tablero con una única obsesión: "Vencer al representante de Rusia".

Para el aspirante español a campeón del mundo, su carrera debiera ser el ajedrez, pero Comas sabe que es muy difícil poder llegar a vivir exclusivamente de este deporte, por ello piensa estudiar informática e idiomas. En la actualidad estudia COU en la localidad de Vic.La concentración que le exige la participación en los campeonatos internacionales y en los campeonatos nacionales con su club no le impide que sus evaluaciones escolares sean brillantes, sobre todo en matemáticas. Nunca se ha creído un niño prodigio ni en nada diferente a sus compañeros, a pesar de que admite "que tengo una gran facilidad para asimilar y captar todas las cosas y retenerlas en la memoria". Pero está plenamente convencido que sin un gran esfuerzo de voluntad no podría mantener su nivel actual "ni en los estudios ni en el ajedrez".

Lluís Comas aprendió a jugar al ajedrez como aprende la mayoría de la gente: "Un tío mío al que le gusta mucho este deporte me sentó de pequeño ante un tablero". Luego explica que le picó el gusanillo más de la cuenta, y se fue interesando por adquirir nuevos conocimientos y perfeccionarse cada vez mas. Pero en este punto de la conversación salen a relucir los inconvenientes de su carrera y de la mayoría de los ajedrecistas.

Las dificultades que en nuestro país tiene este deporte "minoritario y desprovisto de atención institucional", afirma taxativo el campeón de España. Comas dice que en 1984, cuando era campeón infantil de Cataluña fue elegido para ir al campeonato del mundo porque entonces no existía ningún campeonato español de la categoría. Después de su triunfo se instauró.

Ahora, y gracias a sus éxitos, Lluís Comas tiene unas atenciones especiales que él quisiera "que fueran más amplias" en el sentido de hacerlas llegar a más jóvenes que como él han de mantener a diario una lucha casi en solitario. Explica que su contrincante ruso, al que quisiera vencer, ya tiene fijada su carrera profesional y universitaria: el ajedrez.

Actualmente es el único ajedrecista español esponsorizado. Una firma comercial le ayuda en sus estudios y con otra subvención de la Direcció General d'Esports de la Generalitat cubre sus gastos de desplazamientos y desde hace algún tiempo puede contar con la asistencia de un profesor, el maestro internacional de ajedrez Ángel Martín, que algunos días al mes le asesora en cuestiones profesionales.

Es un ferviente admirador de los jugadores rusos, especialmente de Kasparov, al que considera el mejor jugador del mundo. A Karpov le admira, además, por sus cualidades humanas. Pero dice que Fisher es el jugador de ajedrez "que más me atrae y quizá el único al que pudiera considerar mi ídolo".