Una mayor presencia extranjera dificultaría la fusión de Cepsa y Petromed, según la Administración
El Gobierno, a pesar del cambio producido en el titular del Ministerio de Industria y Energía, mantiene como objetivos de política energética la consecución de una fusión de las empresas privadas de refino -fundamentalmente Cepsa y Petromed- y considera que una mayor presencia de socios extranjeros en estas dos refinerías dificultaría la buscada racionalización y competitividad de dicho sector. En las últimas semanas, Industria ha sugerido a las dos principales refinerías privadas españolas que congelen cualquier intento de ampliar la presencia extranjera en su capital social en aras de dicha política.
El nuevo titular de Industria, Claudio Aranzadi, mantiene como objetivo en el sector del refino la búsqueda de una mayor integración de las empresas privadas y, a este respecto, considera que la fusión de los bancos Central y, Banesto, principales accionistas de Cepsa y Petromed, respectivamente, facilitará la probable asociación, y quizá fusión, de las dos refinerías.El círculo en este sector prodría cerrarse con una eventual compra realizada con posterioridad a Explosivos Río Tinto (ERT) de la refinería que esta sociedad tiene en Huelva, siempre que sus actuales propietarios muestren efectivamente su deseo de enajenarla.
Fuentes privadas, sin embargo, señalan que los contactos para una eventual fusión entre Cepsa y Petromed, iniciados informalmente incluso antes de anunciarse la fusión Banesto-Central, se encuentran detenidos.
En el intervalo, Cepsa ha procedido, con el beneplácito de la Administración española a dar cabida en su capital social al grupo IPIC, de Abu Dhabi, con un porcentaje del 10% mientras que Petromed ha procedido a firmar con British Petroleum (BP) un acuerdo de asistencia técnica en el área comercial.
Dicho acuerdo fue objeto de una amplia polémica entre los sectores afectados, ya que en el protocolo previo alcanzado entre ambas partes se contemplaba una eventual toma de participación accionarial.
El grupo IPIC, de Abu Dhabi, había solicitado a la Dirección General de Transacciones Exteriores, del Ministerio de Economía y Hacienda, la autorización pertinente (al tratarse de una agencia oficial de un Gobierno extranjero necesita la aprobación oficial) para incrementar su participación en otro 10% en Cepsa.
Fuentes oficiales indican que altas instancias de Petromed habrían consultado informalmente la posibilidad de continuar adelante con los extremos previstos en el protocolo firmado, con British Petroleum. Juan Herrera, presidente de Petromed, tendría pendiente una entrevista con Aranzadi a este respecto.
Silencio oficial
En el caso del IPIC, el silencio oficial a la solicitud del IPIC se ha visto acompañado por divergencias entre la dirección de Cepsa y el grupo árabe IPIC en torno a cómo materializar la ampliación de su participación en el capital social y, a la vez, en torno al contrato de suministro de crudo, que Cepsa quiere ver ampliado en la misma proporción en que se aumente la entrada del socio de los Emiratos Árabes Unidos.
El IPIC deseaba adquirir en bolsa entre un 5% y 10% adicional de la refinería española, mientras que Alfonso Escámez, presidente de Cepsa y del Central, ofrecía hacerlo en la misma manera en que se materializó la primera operación, es decir, mediante una ampliación de capital.
Las negociaciones entre British Petroleum y Petromed son caso aparte. Desde un principio, el acercamiento de BP al capital de Petromed fue contemplado en el Ministerio de Industria y Energía como poco coherente con la política energética de favorecer la competitividad individual del sector del refino español frente a la futura presencia de las multinacionales extranjeras en el mercado español.
En otras palabras, la política oficial parecía decantarse por una doble competencia española frente a las multinacionales: de un lado, el sector público a través de Repsol, y de otro, un sector privado fuerte y unido. En la mitad quedaba la operación Campsa como un vinculado de ambas partes en la distribución.
Dentro de este contexto, algunos de los aspectos del acuerdo entre British Petroleum y Petromed se contemplaban en instancias oficiales, y entre los socios de Campsa, como una eventual vulneración de estos intereses, ya que suponía darle una base en España a una multinacional de la potencia de BP.
Esquema válido
Según fuentes oficiales consultadas, este esquema continúa siendo válido y, en tal sentido, no contempla una participación indirecta de una multinacional europea en el accionariado de Campsa o de una refinería española. Por el contrario, sería más válida una integración del sector privado, con el subsiguiente reforzamiento de las dos refinerías.
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