Osasuna defraudó en Valladolid
Osasuna causó una triste impresión en Valladolid. Los espectadores salieron del estadio preguntándose si aquellos hombres vestidos de rojo eran los mismos que empataron hace 15 días en el Bernabéu. Imprecisos y lentos, no lo parecían. Hasta su portero, Roberto, se sumó a las fiestas programadas de Valladolid y cantó varias veces, entre ellas el gol. Ravnic fue la otra cara. En su única intervención detuvo un penalti lanzado por Pizo Gómez a cinco minutos del final.
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