_
_
_
_

Samaranch critica duramente la manipulación política a la que están sometidos los atletas

ENVIADO ESPECIALJuan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), atacó ayer con dureza la manipulación política de los atletas en su discurso de apertura de la 94ª sesión del COI. En una clara referencia a Cuba, la única gran ausente en Seúl, Samaranch deploró argumentos como "intereses superiores" cuando el olimpismo sólo considera como tales "la dignidad humana, la libertad y el derecho de cada uno a expresarse y decidir por sí mismo". Por otra parte, el futbolista argentino Diego Armando Maradona y el nadador estadounidense Matt Biondi discreparon sobre los requisitos que el COI fija para poder participar en los Juegos Olímpicos.

Más información
Un desprendimiento de retina causa la primera baja en el equipo español

Samaranch hizo inicialmente referencia en su discurso a lo avanzado por el olimpismo en sus ocho años de mandato. Recordó su reestructuración y modernización al adaptarlo al mundo de hoy, sobre todo en el campo económico, así como la lucha contra el doping. "Drogarse es morir", dijo, "morir psicológica, física, espiritual intelectual y moralmente".El presidente del COI, sin embargo, puso el mayor énfasis en la cuestión política. Dijo que espera poder decir al término de los Juegos de Seúl que fueron "los de la comprensión y la amistad, los de lla reconciliación, la excelencia y la paz".

Pero a continuación, tras recordar que no han sido sor prendentes las injerencias extrañas al deporte por la propia importancia del movimiento olímpico, larnentó las ausencias que se van a producir esta vez "No sabría deplorar con bas tante fuerza la mimera en que los atletas, despreciados, son así manipulados y sacrificado por intereses denominados superiores. Pero cada uno puede preguntarse qué significa superiores. Por nuestra parte, los unicos intereses que consideramos superiores son los de la dignidad humana, de la libertad y del derecho de cada uno a ex presarse y a decidir por él mismo".

Samaranch concluyó diciendo que no le corresponde juzgar si habla fracasado en los esfuerzos para lograr el diálogo entre las dos Coreas, pero que ha contribuido, junto a los Juegos, a modificar por mucho tiempo el paisaje coreano.

El único logro que se ha conseguido hasta el momento es que los ciudadanos de Corea del Norte podrán ver los Juegos a través de la televisión, según anunció ayer Michele Verdier, director de cornunicaciones del COI. La comisión cjecutiva del COI decidió ofrecer gratuitamente, las imágenes de televisión a Corea del Norte, previa consulta con los organizadores de los Juegos. La medidad es técnicamente posible, ya que Corea del Norte pertenece a la Organización Internacional de Radio y Televisión (OIRT).

Los últimos 'amateurs'

Mientras tanto, dos deportistas famosos, el futbofista Maradona y el nadador Biondi, discreparon sobre los requisitos que el COI fija a los deportistas para poder participar en los Juegos. Maradona manifestó en Nápoles: "Estoy enfadado por no poder participar con Argentina en los Juegos, pero hay gente que se considera inteligente y que permite participar a Steffi Graf, Carl Lewis o Ivan Lendl y, por el contrario, a jugadores que han ganado un Mundial les han. cerrado la puerta en las narices.

El futbolista argentino añadió: "No es justo, porque los tenistas ganan diez veces más que los futbolistas y hay algunos que llegan a los 20 millones de dólares al año; si ellos no son profesionales, ¿qué son?".

En parecidos términos se expresó el nadador Biondi, plusmarquista mundial de 100 metros libres y que participará en siete pruebas, aunque no espera igualar la hazaña de Mark Spitz en Múnich 72, denunció: "Los únicos amateurs que quedan somos los nadadores norteamericanos". "Los tenistas o Carl Lewis no lo son".

Matt Biondi nació en San Francisco hace casi 23 años (el 8 de octubre), y cuando alguien desconocido le pregunta por su deporte, contesta."Baloncesto". "¿En qué equipo?". "En ninguno. En la puerta de mi garaje". Y nadie se sorprende, porque mide dos metros y pesa 95 kilos. Pero él tampoco se asombra de que no le conozcan porque tiene asumidas las misenas de su deporte. "Yo sólo soy noticia cuando bato un récord del mundo en unos juegos olímpicos o en unos mundiales. Si voy a nadar a 60 kilómetros de casa, no da la noticia ni el periódico local".

Para Biondí, "la natación está con retraso respecto a otros deportes. Espero que se supere algún día". Por eso dejará la natación después de los Juegos de Seúl, haga lo que haga. "Quizá podría seguir en los 100 metros libres, pero el sistema económico de compensaciones no me lo permite. Con la natación, actualmente, no tengo seguro ni puedo pagar la hipoteca de la casa ni nada. Me dedicaré al waterpolo, que me ha gustado mucho siempre y en el que ya he ganado tres campeonatos nacionales. Si puedo, daré conferencias sobre nata ción para poder seguir jugando sin tener que buscarme otro trabajo". "Es un error que no estemos pagados", añadió Biondi. "En el futuro deberíamos seguir el ejemplo de otros países que lo hacen".

Biondi asombró en las pasadas pruebas de selección olímpicas al superar nuevamente su récord mundial de 100 metros libres con 48.42 segundos. Es el único nadador que ha bajado la barrera de los 49 segundos. Era la cuarta vez. Anteriormente, 48.74, 48.95 y 48.99. Y se clasificó en otras tres pruebas individuales (100 mariposa, 50 y 200 libres), además de los relevos. Según esto, puede aspirar a emular a Mark Spitz, ganador de siete medallas de oro en Múnich 72. Sin embargo, es realista y no lo cree posible: "Con batir mis récords personales me conformo".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_