Los ediles de Leganés y Alcorcón niegan ser racistas por oponerse a un poblado gitano

Los alcaldes de Alcorcón y Leganés, ambos socialistas, han rechazado las acusaciones de racismo vertidas contra ellos por un responsable del Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada a raíz de su oposición a la instalación de un campamento provisional para gitanos junto a sus términos municipales. Según ambos ediles, su oposición va dirigida al lugar elegido para el asentamiento, aislado y sin ningún tipo de servicios, "ya que puede marginar aún más a la población que allí se instale provisionalmente".El alcalde de Leganés, el socialista Fernando Abad, se ha mostrado indignado y ha calificado de "barbaridad" las acusaciones de racismo vertidas por Rosa Molina, responsable del Área Social del Consorcio. Para Abad, "no hay nada más marginal que querer mandar a personas a sitios como éste".

José Aranda, alcalde de Alcorcón por el PSOE, considera que el asentamiento podría convertirse en un gueto por lo poco adecuado de los terrenos elegidos. Responsables de este Ayuntamiento han señalado que desconocían que el campamento estaba destinado a familias gitanas hasta que la noticia fue publicada en la Prensa (ver EL PAÍS del 1 de septiembre).

El campamento provisional en cuestión se ubicará en unos terrenos cedidos por el Ayuntamiento de Madrid junto a los límites de los términos municipales de Alcorcón y Leganés. El lugar se encuentra detrás de la Escuela de Transmisiones del Ejército del Aire de Cuatro Vientos y cerca del barrio de La Fortuna, en el término municipal de Leganés. La zona elegida está rodeada de instalaciones militares y carece de acceso directo desde la carretera de Extremadura.

"Muy preocupado"

El alcalde de Leganés se ha mostrado "muy preocupado" por la intención del Ayuntamiento de Madrid de construir otros dos asentamientos en Carabanchel y Villaverde, distritos también limítrofes con su término municipal. Fernando Abad ha afirmado que no está dispuesto a admitir una operación de este tipo tan cerca de su municipio.

Fernando Abad ha criticado a los responsables municipales de la capital, "que han adoptado una actitud bastante insolidaria". Según este alcalde, la falta de información que tenían sobre este asentamiento se debe a que "está confirmado que no tiene autorización del Consorcio Regional de Urbanismo".

Los responsables municipales de Alcorcón, por su parte, consideran que el terreno elegido, con una superficie total de 11.600 metros cuadrados, perjudica gravemente su intención de crear un parque natural en la vecina finca La Presilla, ya que podría desequilibrar el ecosistema existente en la zona.