Correos inicia un plan de emergencia para poner fin al caos del servicio

La dirección de Correos ha iniciado un plan de emergencia, a requerimiento del secretario general de Comunicaciones, José Luis Martín Palacín, para intentar poner fin al caos que viene sufriendo el servicio. Martín Palacín ha (lado instrucciones para que a finales de año los envíos postales tarden como máximo dos días desde que son depositados en el buzón hasta su entrega al destinatario. El plan consiste en una serie de medidas; laborales, que incluyen la rijeza de miles de contratados eventuales, y cuenta en principio con la colaboración de las centrales sindicales para propiciar un período de paz laboral que contribuya al éxito del plan.

La adopción de medidas urgentes se convirtió en objetivo ineludible para el Gobierno a causa del retraso en la recepción de la correspondencia postal y la desigualdad de calidad en el funcionamiento del servicio en cada provincia. A finales de julio, entre el 34%. y el 38% de los objetos postales depositados quedaban sin clasificar en alguno de los eslabones del servicio postal en toda España. Para el día 3 de septiembre han sido convocados a Madrid los jefes de Correos de las 14 provincias que sufren actualmente los mayores retrasos. Martín Palacín se reunió el pasado miércoles con sindicalistas de UGT en Correos y al día siguiente con los representantes de Comisiones Obreras. Al parecer, las centrales sindicales se mostraron de acuerdo en propiciar unos meses de normalidad laboral que faciliten las medidas, a la vez que el secretario general se mostró receptivo frente a algunas reivindicaciones laborales. El representante del Gobierno reconoció la necesidad de revisar el catálogo de puestos de trabajo del organismo, cuestión clave para los empleados.

Los planes del nuevo responsable de Comunicaciones manejan la posibilidad de que unos 5.000 trabajadores de los 8.000 eventuales actuales pasen a ser contratados estables. Con esta iniciativa pretende disponer de operarios que actúen de "correturnos", para realizar sustituciones o misiones semejantes, que implican una cierta movilidad geográfica. Asimismo, se propone negociar con las centrales sindicales una flexibilización del horario laboral, para adaptarlo al de los medios de transporte de la correspondencia, entre otros factores.

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