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Instituciones Penitenciarias suaviza la prision del 'Vaquilla' por su buena conducta

El conocido delincuente juvenil Juan Moreno Cuenca, el Vaquilla, ha pasado al segundo grado del régimen penitenciario, lo que supone una importante suavización de sus condiciones de internamiento, incluida la obtención de permisos de fin de semana. "Todo me lo he ganado con grandes esfuerzos", afirma el Vaquilla. "He conseguido dejar la droga y salir del fango de la vida de la cárcel. Ahora quiero normalizar mi vida, seguir con mis estudios y, cuando pueda, encontrar trabajo. Creo que me lo merezco. Tengo 26 años y me he pasado media vida en la cárcel".

La orden de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias llegó ayer a la madrileña cárcel de Carabanchel, donde Moreno Cuenca cumple condena. La nota, según informó ayer Instituciones Penitenciarias, es de fecha 22 de agosto, y ordena el paso del recluso al régimen de segundo grado y su traslado, previsto para el próximo jueves, a la prisión de Cartagena. Juan Moreno Cuenca ha cumplido las dos condiciones básicas para lograr el cambio: haber pasado la cuarta parte de su condena y haber observado buena conducta.El Vaquilla lleva actualmente ocho años en prisión por un atraco frustrado a un banco. Su larga estancia en la cárcel ha estado salpicada de motines, toma de rehenes, fugas, autolesiones y juicios en los que sus años de condena se han ido acumulando.

Ya en octubre de 1986 pidió ser trasladado a un establecimiento penitenciario en el que tuviera más facilidades para rehabilitarse. Lo había pedido otras veces, pero esta vez iba en serio.

Matricularse en la UNED

Juan Moreno Cuenca declaró ayer desde una cabina telefónica del patio de Carabanchel: "Hace dos años decidí ponerme a estudiar. Sabía leer y escribir y había leído muchos libros de forma muy desordenada: libros de psicología, sociología y criminología que me recomendaban mis abogados. La verdad es que no me coscaba (enteraba) de mucho, pero el tema me interesaba. En junio saqué el título de graduado escolar y ahora voy a ver si tengo tiempo, antes del traslado a Cartagena, para matricularme en la Universidad a Distancia [UNED]. Me gustaría hacer periodismo, y si no, derecho".Juan Moreno recibió durante toda la mañana de ayer la enhorabuena de compañeros y funcionarios. "La verdad es que estoy contento", dijo. "Salir del círculo de la vida en la prisión, de los motines, que estaban basados en cosas justas, pero a lo mejor no era ése el mejor medio. Ha sido muy dificil. Mis propios amigos no entendían que dejara de ser un cabecilla y empezara a portarme de forma responsable. Hubo gente que me criticó, presos que me llamaban blando y funcionarios que no se lo creían", agregó.

"Tuve que dejar la droga. La droga servía en la cárcel para evadirte, pero me fui dando cuenta que te dejaba estancado, no te permitía evolucionar y te tenía sujeto a un ambiente degradado", señaló el Vaquilla. "Conseguir pasar de la droga es de las cosas que más satisfacción me han dado. Lo superé a base de constancia y de ir aclarando las ideas", añadió.

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Juan Moreno ha ido escalando todos los grados de la prisión: "El más duro es el grado cero. Legalmente no existe, pero en la práctica sí. Es cuando estás continuamente vigilado y en aislamiento, y significa que te consideran un bicho peligroso. Así estuve seis años. Luego pasé al primer grado y luego al grado ordinario, que ya te permite asistir a actividades colectivas, cursar estudios, tener comunicaciones vis a vis, y ya es otra cosa".

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