TVE emite la versión íntegra de 'Fanny y Alexander'
Para Ingmar Bergman, el filme es la "suma total de mi vida como realizador"
Televisión Española comienza hoy a emitir la versión íntegra para televisión -algo más de cinco horas- de la película Fanny y Axander, de Ingmar Bergman, estrenada en 1983 en su versión corta para la pantalla grande. Fanny y Alexander, que fue el primer filme rodado en Suecia por Ingmar Bergman tras su autoexilio en Alemania Occidental a raíz de problemas con el fisco de su país y que ha sido descrito por su autor como "la suma total de mi vida como realizador", ha recibido numerosos galardones en los más importantes certámenes internacionales celebrados últimamente.
Fanny y Alexander se emite hoy, a las 23
20 por TVE-1.
"No es fácil deciros cómo empezó la historia de Fanny y Alexandre", contaba Bergman en Venecia, con motivo de la presentación de su película, "puesto que no hay realmente un punto de partida. Yo estaba de vacaciones en mi isla, sin tener nada que hacer, y me puse a escribir. Hacía buen tiempo, era otoño, mi estación preferida. No tenía una finalidad precisa, sin pensar en un filme, ni en una pieza de teatro, ni en una novela. Sólo el placer de escribir en ese lugar en el que yo no había estado desde muchos años antes". Un Bergman que parece más reconciliado con el mundo y con los demonios y fantasmas que le han fustigado desde su más tierna infancia escribe una historia sobre un tiempo, los comienzos del siglo, y una familia burguesa, los Ekdahl, visto a través de los ojos de dos niños, Fanny y Alexander, que son los del propio Bergman recuperando ese mundo perdido de "luces, de aromas, de sonidos" de su infancia. "Se es viejo", dice Bergman, "y al mismo tiempo se es un niño, y no se comprende adónde ha podido ir a parar todo ese tiempo, ese tiempo que uno consideraba tan importante".Sin objetivo preciso al principio, Berginan empiezó más tarde a pensar que su historia puede muy bien convertirse en una serie larga de episodios. El megaproductor británico lord Lew Grade recogió la sugerencia y se iniciaron los preparativos para rodar en los estudios Vavaria, de Múnich, donde Berginan permanecía aún exiliado. La duración prevista para su producción -una versión televisiva de cinco horas, con explotación en las salas de cine de una versión reducidatermina por asustar a los inversores. El proyecto se quedó huérfano de apoyo económico hasta que aparece Jórn Donner, por esas fechas director del Swedish Film Institute y una persona conocida por su energía y sus múltiples facetas creativas. Donner leyó las 290 páginas del guión y se entusiasmó hasta el punto de proponer a Bergman hacer el filme en Estocolmo y conseguir para el dinero suficiente para poner en marcha una producción que ne cesita 1.200 extras y 140 perso najes, 60 de ellos con diálogo.
Fin del exilio
La Gaumont francesa, la televisión alemana y la propia productora de Bergman, Personafilm, consiguieron terminar con el autoexilio del realizador sueco. Se inauguró asi un período en la vida del autor de Gritos y susurros que será recordado más tarde como uno de los más felices de su vida. Bergman se reunió durante el rodaje con al gunos de sus más queridos y fleles colaboradores, como Gunnar Bjornstrand, Harriet Anderson, Erland Josephson Jar Kulle. Sven Nykvist, colaborador imprescindible de una buena parte de la obra de Bergman, está también allí para dirigir la fotografila.
La ficción comienza en 1907, durante las fiestas navideñas. La familia se reúne en tomo a Helena Ekdahl (Gunn Wallgren), antigua actriz de teatro enriquecida por su arte. Al confortable hogar familiar de la ciudad de provincias llegan los hijos de Helena: Oscar (Allan Edwall), el padre de Fanny (Pernilla Allwin) y Alexandre (Bertil Guve), un actor algo mediocre que administra el teatro local y está casado con Emilie (Ewa Fróling), también actriz; Gustav (Jarle Kulle), restaurador e inveterado adúltero, y Carl (Boerje Ahlstedt), profesor fracasado. El cuadro familiar, sobre el que Bergman vierte una mirada entre idílica y burlesca, lo completan viejos amigos de los Ekdahl y la servidumbre, plenamente integrada en el clan. En todos y cada uno de los personajes, en las situaciones y los lugares, deposita Bergman los datos de la memoria de su infancia, las figuras queridas o aborrecidas, pero trascendiendo la pura experiencia personal. Es la mater familias, Helena, la que cierra, con un significativo texto de Strindberg, la evocación, nada realista, de un mundo de orden y de amor: "Todo puede suceder, todo es posible e incluso probable. El tiempo y el espacio no existen. Sobre un ligero fondo de realidad la imaginación teje nuevos niotivos".
La duración suplementaria (alrededor de 100 minutos) de la versión televisiva refuerza en Fanny y Alexander la densidad narrativa y dramática, particularmente por lo que se refiere a la definición de determinados personajes. Faltan en la versión corta algunos de los pasajes burlescos, como el de la réplica, en el personaje del Espectro del Hamlet, de Oscar Ekdahl, el padre de Fanny y Alexander; o las historias que éste cuenta a los niños y con las que se Berginan monta soberbias parodias.
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