Especulación de 1.500 millones con acciones de Urbas por las expectativas de adjudicación de la Villa Olímpica
Unos 1.500 millones de pesetas es el beneficio obtenido por un grupo que ha especulado con acciones de Urbas al disponer de información privilegiada sobre el momento en que empezarían a cotizar los 4.897920 títulos de la última ampliación de capital y jugar con las expectativas de la posible adjudicación de la Villa Olímpica, valorada en unos 30.000 millones, según fuentes bursátiles.Fue el conocimiento de estas operaciones especulativas lo que llevó -según Efe- al Banco Exterior y a Hispamer a presentar una nueva oferta, esta vez sin Urbas, para la construcción de la Villa Olímpica, que finalmente consiguió la adjudicación.
La maniobra se ha realizado en junio y los primeros días de julio, período en el que se han negociado más de 900.000 títulos de Urbas, de la que hasta el 4 de julio sólo cotizaban 1.224.480.
Las operaciones se iniciaron cuando un grupo de inversores empezó a comprar acciones de esta sociedad, lo que provocó un rápido crecimiento de los precios al tratarse de un mercado muy estrecho y ante la expectativa de conseguir la adjudicación de la Villa Olímpica. Ello provocó una corriente compradora por parte de otros inversores que empujaron las cotizaciones al alza. Así, el 3 de jumo se contrataron 88.900 títulos; el día 9, 40.000 títulos, y el día 13, 73.000 títulos. Durante este corto período las cotizaciones de Urbas pasaron del 505% al 735%.
Una vez conseguido un precio elevado, los promotores de la operación empezaron a vender grandes cantidades de titulos. El 17 de junio se negociaron 178.000 títulos; el 21, 106.000 37 el 22, 97.000. La maniobra se efectuó cuando bastantes inversores vendieron títulos que aún no cotizaban o ni siquiera habían adquirido. Ello es posible porque suelen pasar semanas hasta que se deben entregar los títulos vendidos.
La clave está en que estos vendedores conocían de antemano el día -el 4 de julio- en que iban a entrar en Bolsa los 4.897.920 de la última ampliación y que habían adquirido a un precio medio del 180%: vendían títulos, que no cotizaban, en junio al 600% o 700%, que luego cubrieron con los nuevos títulos que entraron en circulación el 4 de julio.
En algunos casos se han vendido títulos que no se tenían. Se trataba de los inversores que sabían con certeza que el 4 de julio se produciría una gran caída de los precios al entrar en el mercado una gran avalancha de papel formada por casi cinco millones de títulos nuevos, cuatro veces más de los existentes. En este caso vendieron en torno al 600% títulos que no poseían y que cubrieron con los que compraron a partir de esta fecha al 370%. La prueba de estas operaciones es que el 5 de julio se negociaron 281.292 títulos.
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