Cash y Wilander, eliminados en el torneo de Wimbledon

ENVIADO ESPECIALPat Cash (Australia, 4º cabeza de serie), y Mats Wilander (Suecia, 2º) cayeron ayer eliminados en los cuartos de final del torneo de tenis de Wimbledon. Cash aspiraba a repetir su triunfo de 1987, y Wilander a ganar su tercer torneo consecutivo del Grand Slam. Boris Becker (RFA, 6) derrotó a Cash por 6-4, 6-3 y 6-4 en 2.17 horas y Miloslav Mecir (Checoslovaquia, 9) ganó a Wilander por 6-3, 6-1 y 6-3 en dos horas. Mecir jugará en semifinales contra Stephan Edberg (Suecia, 3), que ayer ganó a Patrick Kuhnen (REA) por 6-3, 4-6, 6-1 y 7-6 (72) y Becker se enfrentará a Ivan Lendl (Checoslovaquia, 1) quien derrotó con algunas complicaciones en los dos primeros sets a Tim Mayotte (EE UU, 10), por 7-6 (7-3), 7-6 (7-1) y 6-3.

La victoria de Boris Becker, ganador en Wimbledon en 1985 y 1985 fue realmente impresionante. Becker ya no es el adolescente conocido como Boom Boom. A sus 20 años ha madurado como persona y como tenista, y ha mejorado en todos sus golpes. Cash no jugó nada mal ayer, pero aun así fue incapaz de romper la racha de Becker, que aún no ha perdido un set en este torneo.

El encuentro entre los dos últimos campeones de Wimbledon fue un duelo entre bombarderos. Casi todos los puntos fueron anotados con los respectivos saques, interpretados por ambos jugadores con la misma lentitud y frialdad con la que un asesino a sueldo prepara su arma antes de disparar. Cada punto consistía en una carrera para ver cuál de los dos jugadores llegaba antes a la red, en una exhibición inmaculada del más puro tenis ofensivo. En el partido de ayer no existían las trincheras y Becker y Cash se lanzaban al ataque como si llevasen una bayoneta calada en sus raquetas.

Diferencias

La diferencia radicó en que Becker restó muchísimo mejor, y eso le sirvió para ganar el partido. Cash jugó a un nivel muy alto, pero su cerebro quedó cegado por dos pequeñas nubes que le costaron muy caro. Con 5-4 para Becker en el primer set, Cash bajó su ritmo de saque y concedió una oportunidad a su rival. Becker no la dejó pasar y ganó el set por 6-4. Obnubilado aún por el error, Cash volvió a ceder su siguiente saque y Becker se escapó con un 3-0 en la segunda manga que le llevó sin más contratiempos a un 6-3.Cash no volvió a entrar en el partido hasta el tercer set. Por primera y única vez, coreado su éxito por los gritos histéricos de sus seguidoras, Cash rompió el saque de Becker y se colocó con ventaja de 4-2. No volvió a ganar un solo juego. De nuevo, su cerebro se bloqueó y Becker le rompió por dos veces el saque para ganar el partido.

Boris Becker se descubrió como un tenista adulto y, en consonancia con su nueva personalidad, ni una sola vez se lanzó por los suelos. No se permitió más que una broma -Cash, que perseguía una bola, cayó al otro lado de la red y él hizo lo mismo voluntariamente- y jugó su mejor tenis en los momentos clave.

Si el partido entre Becker y Cash fue un recital de fuerza bruta, el de Mecir y Wilander consistió en un despliegue de inteligencia. Sin la fuerza de un primer saque asesino, ambos buscaron el toque, el pashing shot y el contrapié, pero Mecir, que ha ganado a Wilander siete de los 11 partidos que han jugado, desbordó por completo al sueco a partir del segundo set. Con gesto aburrido, con un corsé alrededor de la cintura -fue operado de hernia discal hace unos meses y este es el primer torneo que juega desde entonces-, Mecir se colocó en las semifinales con un revés a dos manos que restallaba en el aire como un látigo y con un golpe de derecha que acariciaba la bola para enviarla suavemente al único sitio donde Wilander jamás podía llegar.

Hoy se jugarán las semifinales femeninas con las cuatro primeras cabezas de serie. Steffi Graf (RFA, 1) se enfrentará a Parri Shriver (EE UU, 3) y Chris Evert (EE UU, 4) a Martina Navratilova (EE UU, 2) en su 78º partido. Martina, que domina por 40 a 37, aspira a ganar su noveno título de Wimbledon, lo que sería un récord.