Los dos sectores del socialismo vasco insisten en la necesidad de un pacto

Todos los dirigentes del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) coincidieron, durante la apertura del quinto congreso de la organización en San Sebastián, en su voluntad de negociar una ejecutiva de integración y descartaron cualquier riesgo de ruptura si el acuerdo no se consigue finalmente. El secretario general saliente, Txiki Benegas, declaró antes de su discurso de apertura que sólo la presencia de Ramón Jáuregui en la secretaría general es innegociable, mientras que todo lo demás se puede hablar. A última hora de la tarde, la gestión de la ejecutiva fue aprobada con casi un 85% de los votos.

Benegas dijo estar deseando que se incorporen a la nueva ejecutiva representantes de la candidatura crítica y atribuyó los fuertes enfrentamientos ante la opinión pública en las semanas precedentes al congreso de los socialistas vascos a la actitud de su rival, Ricardo García Damborenea, de querer hacerse con la secretaría general "sin apoyo suficiente para ello".Pero incluso si no es posible consensuar una lista única, agregó en su declaración el secretario de organización del partido socialista, "el lunes, cuando haya acabado el congreso, no pasará nada y todos seguiremos trabajando juntos".

La voluntad de desvanecer cualquier sospecha sobre una posible ruptura en el seno del socialismo vasco fue manifestada también tanto por el vicepresidente del Gobierno autónomo y virtual secretario general del partido, Ramón Jáuregui, como por Ricardo García Damborenea. El primero manifestó que en el Partido Socialista de Euskadi "no hay posibilidad de fractura" y el segundo subrayó la fortaleza del partido. "No se va a romper por nada", aseguró, ,les muy fuerte y resistirá las discrepancias".

Mesa pactada

Para simbolizar la voluntad de consenso interno, ambos sectores aceptaron pactar la mesa del congreso, integrada por cinco de legados. Tres de sus miembros fueron propuestos por el sector oficial, que cuenta con una ligera mayoría tras quedar definitivamente desestimada la impugnación de los delegados de Sestao (Vizcaya), y dos por la corriente crítica.Los contactos sobre la nueva ejecutiva comenzaron inmediatamente en los pasillos del hotel donde se celebra el congreso. El interés del sector favorable a García Damborenea se centra sobre los delegados de Guipúzcoa, tradicionalmente alineados con Benegas. Los críticos tantean cuantas delegaciones estarían dispuestas a presionar llegado el momento para evitar a toda costa la confrontación de dos candidaturas.

Despedida

Txiki Benegas se despidió de la secretaría general del Partido Socialista de Euskadi, después de 11 años de ocupar el cargo, con un largo discurso dedicado a defender la gestión de la ejecutiva saliente. "Nunca a lo largo de su historia centenaria el socialismo vasco consiguió los niveles de representación que gozamos ahora", dijo.Por primera vez, además de alcaldes y diputados se encontraban presentes en la sala de un congreso de los socialistas vascos un vicepresidente y varios consejeros del Gobierno autónomo y el presidente de una Diputación Foral.

Destacó entre los logros de los socialistas en los últimos tres años la moderación del discurso nacionalista, la unidad de las fuerzas democráticas frente al terrorismo y la violencia y la formación de un Gobierno que gobierna y no es "un mero instrumento de resistencia frenta a Madrid".

Benegas citó al presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Xabier Arzalluz, para ilustrar la evolución favorable del nacionalismo, mientras dedicaba sus dardos a Carlos Garaikoetxea.

La frase de Arzalluz sobre la posibilidad de que la independencia condene a los vascos a plantar berzas, señaló, "puede significar el principio del fin de la ensoñación secesionista de Sabino Arana".