"Se me hincharon las piernas por el frío", dice el segoviano

El resultado de la etapa no ofrece casi ningún consuelo para Pedro Delgado. Perdió tiempo respecto a todos los favoritos. Un tiempo no definitivo, pero sí importante -sólo el suizo Maechler, de entre los destaca los en las primeras encuestas, puede considerarse absolutamente descartado para cualquier opción al podio, ya que cedió casi 17 minutos-. "Ni pájara, ni cansancio, ni nada. Llevaba las piernas hinchadas como consecuencia del frío. Ya sé que no es una excusa muy fuerte pero... No es que se me haya terminado el Giro, pero lo tengo muy difícil. Ha sido una etapa nefasta. Nunca me había ocurido algo así. Llegué a ponerme nervioso porque no podía coger el ritmo", comentó, ya en el hotel, el segoviano.

La situación se ha complicado para él con los números en la mano, aunque las cifras son casi menos elocuentes que la sensación de haber fracasado en donde menos se esperaba. Delgado está más condenado por la teoría que acompaña a las grandes pruebas que por los números que señalan las diferencias entre las figuras. A excepción del francés Bernard, los corredores con mayor sol!dez cuentan con diferencia-s que superan los tres minutos en relación con el español. En el caso del suizo Zimmermann, el favorito número uno en estos rnomentos, supera los cuatro.

Para mayor abundamiento de males, casi todos estos hombres, Zinimermann, su compatriota Rominger, el holandés Bretikink, el norte arrieri cano Hampsten y Bernard, se defienden bien en la montaña. Sólo queda 'la duda del italiano Visentini. Pero es que Delgado no pensaba en Visentini cuando vino a correr la presente edición del Giro asumiendo cuantas críticas pudieran surgir haz; a él por su renuncia a la Vuelta.

No fallar ningún día

Lo que ya no está del lado de Delgado es la teoría. Porque ¡la teoría de una gran prueba por etapas se. empeña en demostrar que gana aquel corredor que no ha fallado ningún día. Ni siquiera vale sostener que gana el que haya fallado menos que los demás. El que gana un Tour, un Giro o una Vuelta es aquél que ha sabido estar arriba en todas las ocasiones y, sobre todo, en aquéllas que le favorecían. Por eso Delgado estuyo cerca de garial- el Tour el año pasado: no dirigió de estar arriba en ninguna

En este típo de pruebas no hay vueleos espectaculares, sino un simple teo, por descarte, de favorites Delgado necesita alliora que jdos y, aquí sí valen lOS núnieros, que lo, hagan con cierta rotundidad. Su papel en el Giro es ahora el de un virtual. descartado.