Un joven turco muere en un tiroteo con la Guardia Civil en la plaza de Castilla

Un disparo de un guardia civil mató ayer al turco Halid Ozen, de 23 años, en pleno casco urbano de Madrid. La víctima viajaba en un vehículo con otro hombre, que también fue herido. Ambos, según la versión oficial dispararon contra una patrulla de la Guardia Civil que trató de interceptarlos, en la plaza de Castilla, por su presunta implicación en el trárico de drogas. Un agente de 28 años fue alcanzado por dos disparos, en un pie y en una pierna. Más tarde fueron detenidas en un piso tres personas más, entre ellas dos iraníes.

El grupo de servicios especiales de la Guardia Civil -el que llevó a cabo la operación contra los supuestos traficantes de droga- está facultado para intervenir dentro de la ciudad, lo mismo que los servicios de información del mismo cuerpo, como excepciones a la dedicación de ese instituto de seguridad al ámbito rural.El tiroteo aceleró una importante operación contra delincuentes internacionales relacionados con el tráfico de drogas, en el que parecen estar implicados camellos (traficantes) importantes. Sin embargo, ninguno de los detenidos hasta ahora está presuntamente relacionado con el tráfico de drogas a gran escala.

El suceso se inició alrededor de la 1.45 en la confluencia de la calle de Bravo Murillo y la plaza de Castilla, frente a los juzgados de instrucción madrileños. Un Renault 5 en el que viajaban "dos sospechosos, a los que se perseguía en un coche camuflado de la Guardia Civil", fue interceptado para proceder a la identificación de los supuestos delincuentes, según fuentes de la Guardia Civil.

Uno de los ocupantes del R-5 inició un tiroteo que fue repelido por la Guardia Civil. Halid Ozen resultó muerto, y su acompañante, A. M. R., un español de 25 años, herido. El herido, según la misma fuente, tiene antecedentes policiales, aunque no se facilitaron los motivos por los que había sido detenido anteriormente.

En el mismo incidente recibió dos disparos en un pie y en una pierna el guardia J. M. G. C., de 28 años. Los heridos permanecían anoche internados en la ciudad sanitaria La Paz y su estado era grave.

Tras el tiroteo, las inmediaciones de la plaza de Castilla fueron acordonadas por la Policía Municipal y se interrumpió el tráfico durante cerca de dos horas, entre las dos y las cuatro de la madrugada.

El Juzgado de Instrucción número 25, que se encontraba de guardia el pasado lunes, rea¡izó el levantamiento del cadáver e instruyó diligencias en relación con este suceso. Un portavoz de la Guardia Civil precisó que el juzgado había puesto el hecho en conocimiento de la policía.

Inmediatamente después del incidente, un agente judicial acompañaba a los guardias a efectuar un registro en un domicilio próximo al estadio Santiago Bernabéu donde se detuvo a tres personas, entre ellas, dos iraníes.

Disparos en Vallecas

Los detenidos son la española C. C. S., de 21 años, y los iraníes A. A. K., de 27 años, y A. P., de la misma edad. Un portavoz de prensa de la Guardia Civil aseguró ayer que los detenidos estaban siendo interrogados y que no se podía facilitar ninguna información sobre las acusaciones que pesan sobre ellos, puesto que el servicio aún no se había dado por finalizado. La misma fuente negó que hubieran sido incautada! cantidades importantes de droga.

A la hora de cerrar esta edición, la Guardia Civil proseguía las investigaciones en relación con este suceso, y se estaban registrando pisos de supuestos sospechosos, algunos de ellos situados en la provincia de Toledo.

Por otra parte, también ayer fueron detenidos durante la madrugada Juan Antonio Damián Castilla, de 24 años, y Ángel Gómez Pérez, de 26. La detención se llevó a cabo después de una espectacular persecución por el distrito madrileño de Vallecas.

Al parecer, los detenidos, que viajaban en un vehículo Seat 124, se dieron a la fuga cuando una patrulla de la pobcía trató de identificarlos. En el curso de la persecución, uno de los ocupantes del coche disparó con una escopeta de cañones recortados contra el vehículo de los municipales, lo que ocasionó la ruptura de la luna delantera del coche.

Uno de los ocupantes saltó del coche en marcha y consiguió escapar, según fuentes de la Policía Municipal. Poco después eran detenidos los otros dos jóvenes al chocar el vehículo en el que viajaban contra un bordillo, en la confluencia de la avenida de la Albufera con la calle de Pablo Neruda.

Los detenidos, según la misma fuente, se resistieron a la detención.