Una mujer acusada de colaborar con ETA denuncia los abusos de un guardia civil

Begoña Sagarzazu, acusada de formar parte de la infraestructura del comando Barcelona de ETA, denunció ayer en el juicio celebrado contra ella en la Audiencia Nacional, haber sido objeto de vejaciones y abusos deshonestos en las dependencias de la Guardia Civil de Madrid, donde fue trasladada después de ser detenida en Barcelona.Sagarzazu, que se enfrenta a una petición fiscal de 12 años y 4 meses de prisión por colaboración con banda armada y falsedad de documentos, aseguró que un guardia le ordenó que se desnudara y que se pusiera "a cuatro patas", y que en ese momento le introdujo los dedos en la vagina mientras le preguntaba si le gustaba.

Respecto al objeto del juicio, la fiscal considera que Sagarzazu recibió 950.000 pesetas de Santiago Arrospide Sarasola, Santi Potros, para que, con nombre y documentación falsos, alquilara varios pisos en Barcelona que sirvieran de alojamiento o refugio a miembros de ETA que actuaban en la zona. Sagarzazu negó conocer a Potros y haber recibido dinero para ese cometido. Añadió que había alquilado el piso en el que vivía, pero negó el resto de las acusaciones.

La fiscal, Carmen Tagle, afirmó en la vista que como representante del ministerio público ella había presenciado los testimonios de 76 mujeres que habían sido atacadas o violadas por el violador del Ensanche de Barcelona, y que cuando Sagarzazu declaró ante el juez, no presentaba el aspecto de una persona violada o vejada.

El defensor de la joven, Miguel Castells, argumentó que "la fiscal no debía ponerse como testigo", ya que él como defensor, no tenía posibilidad de interrogarla sobre los hechos. Castells alegó presunción de inocencia y solicitó la absolución de Sagarzazu.