Alcatel-Standard Eléctrica pondrá en marcha su plan de segregación de activos en distintos negocios
Alcatel-Standard Eléctrica, SA, llevará adelante su plan de segregación de activos en los negocios de terminales, equipos de oficina e instalaciones, dando autonomía a las filiales marginales de su negocio principal. El anuncio de la operación se realizará durante la próxima junta de accionistas de la sociedad, a la que asistirá, posiblemente, el primer ejecutivo del grupo, Pierre Suard. Durante su estancia en Madrid, Suard podría manifestar además a la Administración y a Telefónica su inquietud ante la posible apertura del mercado de conmutación a American Telephone & Telegraph (AT&T).
La operación de segregación ha de ser aprobada por la comisión de seguimiento del plan de reconversión del grupo, integrada por representantes del Ministerio de Industria, Telefónica y UGT.La empresa de telecomunicaciones, una de las tradicionales suministradoras de Telefónica, continuará ostentando la práctica totalidad del capital de las subsidiarias surgidas de la segregación de activos.
Con ello, la empresa madre concentrará sus esfuerzos exclusivamente en lo que ha venido constituyendo el corazón de su negocio en España: los mercados de conmutación y, en menor medida, transmisión y cables. La operación se lleva adelante como paso final del largo proceso de reconversión del grupo, que en su última fase ha venido a coincidir con la crisis de su antigua casa matriz, ITT, absorbida por Alcatel NV, la multinacional controlada por la pública Compagnie Générale d'Électricité (CGE) francesa.
La más importante de las nuevas compañías, dedicada a la fabricación de aparatos telefónicos, tendrá como núcleo la planta de Málaga, que registra aún un importante excedente laboral. La empresa (cuyo nombre será Alcatel-Citesa) concentrará los activos de la multinacional en este terreno, amenazado por la prevista liberalización, que dará a los usuarios -y no a Telefónica, como hasta ahora- la posibilidad de comprar directamente sus teléfonos. La facturación prevista de la nueva sociedad será de alrededor de 16.000 millones de pesetas, con una capacidad de producción de dos millones de teléfonos al año.
Una vez constituida Alcatel-Citesa -que empleará a unas 1.500 personas-, Standard suscribirá una "importante ampliación de capital", de la que no ha trascendido la cuantía, pero que podría oscilar entre los 2.500 y 3.000 millones de pesetas. La empresa deberá competir en el mercado abierto y procurarse una posición en cuanto a exportaciones, dado que una vez desmonopolizado el mercado de teléfonos se verá sometida a una pérdida en sus actuales cuotas. "Alcatel-Citesa realizará una adaptación importante en cuanto a capacidad de ventas y utilización de redes comerciales, para adecuarse a unas pautas más próximas a las de udelectrodoméstico que a las de un equipo de telecomunicaciones", señalaba un directivo de la sociedad.
Alcatel-Ibertel
Otra de las actividades a descolgar de la casa matriz es la dedicada a equipos de oficina. Standard traspasará sus activos en este campo a Ibertel, base de actividades españolas de CGE antes de la compra de ITT-Europa. Alcatel-Ibertel, en la que también se realizará una ampliación de capital de 2.000 millones de pesetas, estará participada por Standard en un 90%, reservándose el restante capital a la francesa Telic, filial de CGE. El nivel de empleo previsto para esta nueva compañía, con fábrica en Madrid, es de alrededor de 600 personas.La tercera de las hijas de Standard, Redes y Servicios, SA (Alcatel-Reyssa), agrupará las actividades de instalaciones de infraestructura para servicios telefónicos, eléctricos, etcétera. Reyssa conservará una estructura más pequeña que las de sus hermanas, con un capital social situado en tomo a los 250 millones de pesetas.
La voluntad del equipo directivo de Alcatel- Standard es tener perfilado antes del próximo mes de julio el nuevo organigrama del grupo, que le permitirá avanzar en el proceso de racionalización de las actividades de fabricación de sus restantes factorías. Con ello se pretende centralizar la práctica totalidad de producción de grandes centrales del Sistema 12 en la planta de Villaverde (Madrid), concentrando en Toledo la fabricación de equipos de transmisión.
Alcatel-Standard alcanzó unas ventas de 68.277 millones de pesetas en 1987, con unos beneficios antes de costes de reestructuración de 10.283 millones. Los resultados reales de Standard quedarán equilibrados, toda vez que la sociedad amortizará una parte importante del plan de reestructuración con cargo a este ejercicio. El paquete más importante en este capítulo es el coste de la operación de venta de Marconi Española, para la que se han destinado 7.500 millones. La plantilla de Standar-Alcatel es de 10.353 personas, tras una reducción, no traumática, de 2.336 empleados.
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